“Obras de Gualanday no afectarán acuífero en abanico de Ibagué”

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Ezequiel Romero, gerente de la firma encargada de construir el túnel y el viaducto en el sector de Gualanday, sostuvo que las obras no afectarán el acuífero del abanico de Ibagué.

El túnel de un kilómetro y el viaducto que serán construidos en el sector de Gualanday, como parte del proyecto vial Girardot - Ibagué - Cajamarca, no afectaría al acuífero del abanico de Ibagué.

Así lo afirmó el ingeniero Ezequiel Romero, gerente de la concesionaria San Rafael S.A., empresa encargada de adelantar dichas obras en esa zona de la denominada Gran Meseta del Tolima.


No obstante, el Gerente reconoció que las obras sí generarán algunos impactos ambientales, pero, a su vez, recordó que “nuestro compromiso ambiental va más allá de las especulaciones”.


Y se sintió confiado en que la licencia ambiental que les hace falta para la ejecución de las obras será otorgada por el Ministerio de Medio Ambiente, institución encargada de decidir el futuro del proyecto.


El túnel y el viaducto
De acuerdo con Romero, “el túnel que será construido no quedará ubicado en la meseta de Ibagué, quedará en la Cuchilla del Fraile, la que, a su vez, está separada de la meseta de Ibagué por la quebrada Gualanday.

“Y la meseta de Ibagué está separada del resto del sistema, por el río Coello, es decir, en la zona donde se va a construir el túnel y el viaducto existen dos depresiones claras y profundas”, explicó.


Lo anterior, según el Gerente, corresponde al sitio donde serán construidos el túnel y el viaducto, que estarán ubicados por encima de la depresión causada por la quebrada Gualanday, en el punto exacto donde se une con el río Coello.


No habría filtraciones
Uno de los riesgos que, según la Red de Veedurías del Tolima, Revisar, podrían suceder, se corresponde con las posibles pérdidas de agua que podrían ocurrir luego de la construcción de la carretera.

De acuerdo con la comunicación enviada al Ministerio, Revisar comunicó que con el proyecto vial se corre el riesgo de que se produzcan microfallas en la barrera y fuera de la zona de construcción, por lo que el acuífero pasará de ser captado a uno filtrante.


No obstante, Ezequiel Romero, con base en los estudios adelantados, explicó que aparte de que la cuchilla del Fraile está separada de la meseta de Ibagué (lugar donde está el acuífero) como ya se mencionó, el nivel de las aguas subterráneas (aguas dinámicas) está muy por debajo del lugar donde quedarán las dos construcciones.


Con base en el plano entregado por Romero, la depresión causada por el río Gualanday está ubicada en la cota 472, que corresponde al mismo nivel de las aguas subterráneas (ver plano).


“El túnel comienza en la cota 551 y termina en la 565. El agua dinámica es el nivel de la quebrada Gualanday.


“La capa del agua, el nivel del flujo, la profundidad del flujo de las aguas que hay en la meseta de Ibagué, están muy por debajo, pero muy por debajo de la cota del túnel”, señaló Romero.


Nivel de las aguas
De la misma manera, de acuerdo con el plano y según la perforación adelantada durante la construcción del peaje de Gualanday, “el nivel del acuífero en ese punto es de 140 metros”.

Con lo anterior, Ezequiel Romero dio a entender que sería imposible que los niveles del agua de la meseta sobrepasaran a los de la quebrada Gualanday y, a su vez, los del río Coello, con lo que se refutaría la idea de las posibles microfallas y filtraciones expuestas por Revisar.


Así mismo, indicó que construyeron un pozo con el que se logró comprobar que el nivel del acuífero debajo del peaje, en efecto, es de 140 metros, y aseguró que a esa profundidad “se halla escasamente un litro por segundo”.


Romero aseguró también que en la Cuchilla del Fraile se adelantó excavaciones desde 2009 para la construcción de un puente que hace parte del mismo proyecto, y que allí no fue encontrada agua.   


Puso además como ejemplo la construcción de la variante de Chicoral, que fue adelantada por la concesionaria San Rafael S.A., y cómo les fue otorgada la licencia por parte del Ministerio de Medio Ambiente.


Cuestión de movilidad
En cuanto a los impactos ambientales referidos a la flora y fauna, Ezequiel Romero afirmó que se talarán árboles, “como en todo proyecto en el que se construya carreteras”.

Sin embargo, recordó los programas de recuperación que la concesionaria adelanta y los 40 mil árboles que han sido donados hasta el momento a Ibagué, como compensación de los impactos causados por los proyectos viales implementados.


Por otro lado, sostuvo que uno de los inconvenientes presentados en la ejecución del proyecto, se refiere a la movilidad de los habitantes de Gualanday, quienes se quejaron de que el corregimiento quedaría aislado por vía terrestre con Ibagué.


Frente a eso, se acordó que la vía antigua quedaría como está en la actualidad, con los dos carriles habilitados, mientras se terminan las obras del túnel y del viaducto.

    
“Apresurada”
EL NUEVO DÍA consultó al geólogo de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, Ulises Guzmán, para que entregara su opinión acerca del posible peligro que representan las obras para el acuífero del abanico de Ibagué, que fue informado por Revisar.

“Considero que es muy apresurado entregar una información de ese tipo, sin fundamento técnico, porque considero que San Rafael hizo un estudio hidrológico, no con el fin de establecer si las obras iban a afectar el acuífero, sino para determinar si las aguas podrían dañar la obra”, dijo.


Y agregó que es conveniente conocer a fondo el estudio de la Concesionaria, con el fin de conocer los detalles del manejo de las aguas. Así mismo, corroboró, con base en el análisis del plano presentado por Romero, que “no van a dañar el acuífero, porque el mismo está a unas profundidades mucho más grandes de donde va a salir el viaducto”.


En cuanto a los impactos ambientales que causarán las obras, dijo que “los habrá en la fauna, el suelo y sobre las aguas; en el caso de que haya niveles freáticos habrá una afectación, pero es temporal.


“Igual, en la parte socioeconómica, que son las actividades que ejecutan las personas del sector, ya que ya cambian las condiciones”, explicó, en referencia al tránsito de vehículos que se dirigen hacia Ibagué.


Comunicación al Ministerio
La Red de Veedurías del Tolima, Revisar, en un oficio enviado al Ministerio de Ambiente en días pasados, afirmó que “el Acuífero del abanico de Ibagué estaría en peligro por la construcción del túnel en la cuchilla de Gualanday”. Además, manifestó la posibilidad de que se viera afectada la barrera de Gualanday, que sirve de muro de contención para el agua del acuífero.

“La topografía es suavemente ondulada e inclinada hacia Doima y Buenos Aires, con un espesor de entre 200 y 300 metros. Y la zona de recarga principal corresponde al Flanco Oriental de la Cordillera Central, donde el agua subterránea se desplaza hasta chocar contra la barrera de Gualanday, formada por las cuchillas de Gualanday y Doima”, se indicó en el documento.


También se expresó que la barrera de Gualanday es el muro de contención geológico del acuífero, con una historia de más de 150 millones de años.


“Por lo que la construcción del túnel de un kilómetro en la cuchilla de Gualanday implicaría que el acuífero captado por las rocas cretáceas y terciarias que la conforman corran un alto riesgo de producir microfallas en la barrera y fuera de ella. El acuífero del abanico de Ibagué pasaría de ser uno captado a ser uno filtrante, cambiando las condiciones hidrológicas favorables, que hasta hoy se han tenido hasta el punto de la Gran Meseta de Ibagué, que ha sido catalogada como polo de desarrollo para el Tolima”.

   
RECUERDE QUE...   
Sin licencia
Por el momento, la concesionaria San Rafael deberá esperar que el Ministerio de Ambiente le otorgue la licencia ambiental, con la que podrán continuar la ejecución de las obras. Ezequiel Romero dijo que en los próximos días adelantarán una reunión con los ciudadanos que habitan en la zona de influencia de las obras y que presentarán al Ministerio otro informe, con el fin de que el proyecto sea licenciado.

“No tienen agua”  
Ezequiel Romero agregó además que si el nivel de las aguas del acuífero de Ibagué estuviera a la misma altura del túnel y del viaducto, “los habitantes de Buenos Aires tendrían agua”, y dijo que alrededor del peaje de Gualanday, los ciudadanos de dicho corregimiento no cuentan con suministro del líquido, lo que, según él, es un ejemplo claro de sus argumentos.

“Para abastecer las instalaciones del peaje de Gualanday, tenemos que comprar el agua, traemos camiones toda la semana, porque en la zona no hay agua”, aseguró.

COMILLAS
“El túnel está ubicado a 75 metros por encima del nivel de las aguas del acuífero, por encima de ese nivel no hay agua”. Ezequiel Romero

LA CIFRA
480 mil millones de pesos es el valor aproximado de la inversión del proyecto de concesión vial Girardot - Ibagué - Cajamarca.

Credito
CRISTIAN CAMILO ARROYO MORA

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