Conciliar el sueño durante la noche del pasado viernes resultó ser imposible para dos familias que residen en una vivienda localizada en el barrio Avenida Parte Alta, sector Las Cristalinas, comuna 12 de Ibagué, por cuenta de la ruptura en una línea de conducción del tanque Cerro Gordo.

“Mi vecina, la señora Yaneth, empezó a sentir que algo pasaba por detrás de la casa, creía que era el ruido de un animal, pero luego de mirar, nos percatamos que era el tubo”, así recordó Esther Solina Céspedes Lozano, miembro del Comité de la Junta de Acción Comunal (JAC) de la zona, el instante en que notaron la fuga de agua, la cual los mantuvo en vilo y obligó a contactar a las autoridades.

De acuerdo con su relato, tras alertar sobre la situación, que derivó en la inundación de áreas como cuartos y cocinas, unidades bomberiles y un hombre, a quien identificó como Javier Hernández, y que al parecer labora en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué, Ibal, arribaron al sitio.

Sin embargo, no fue sino hasta las 9 a.m., según la mujer, que una cuadrilla de dicha empresa llegó al lugar para iniciar con las labores correspondientes. 

En una visita realizada por EL NUEVO DÍA se constató que, efectivamente, tres personas estaban ‘canalizando’ el agua que provenía de la tubería, localizada en la parte alta, y que ya se había filtrado en la propiedad, por medio de una ‘barrera’, para que el líquido fluyera por un punto donde no genera más afectaciones.   

Según indicó Céspedes Solano, quien a través de un video requirió el apoyo del mandatario Andrés Hurtado que, conforme a su testimonio, posiblemente la conoce porque es la persona que se dedica a la venta de aguacates en inmediaciones de la Alcaldía municipal, la línea estaba cubierta por tierra, pero producto del agua, empezó a socavarse el sector, por lo que el recurso se ‘abrió paso’ hacia el predio.  

Así pues, los habitantes perjudicados, tuvieron que recurrir a los recogedores, baldes y escobas para lograr sacar el agua de la casa y proteger muebles, electrodomésticos y demás enseres. 

En el caso de Deisy Yamile Salgado López, madre de cinco niños, el ‘dolor de cabeza’ tuvo lugar en la cocina. Hasta allí, donde están dispuestas la lavadora, la nevera, el comedor, el cilindro de gas, entre otros elementos, entró el recurso, por lo que, junto a sus hijos, se puso en la tarea de evacuar, por una ventana, el agua que iban recogiendo en las canecas.

“Esto no avisó, el agua se empezó a filtrar en las habitaciones, se le dañan a uno las pocas cosas que tiene. Entra más agua de la que uno saca, además, no pudimos dormir por el miedo a que ocurriera algo peor”, dijo Salgado.

En torno al riesgo también se refirió la mujer que integra el Comité de la JAC, quien solicitó acciones oportunas ante una tubería que, en su concepto, podría llegar a explotar a raíz de la presión.

Medidas

Por su parte, el director operativo del Ibal, Harold Rosenberg Rodríguez Sánchez, mencionó que se esperaba adelantar la reparación la tarde de ayer. A su vez, explicó que, dado a que el terreno es muy arenoso, se provocó la socavación que también generó problemas.

En cuanto a la pérdida del líquido, que ocurría desde las 8 p.m. del viernes, sostuvo que esta es mínima comparada con la cantidad que se transporta en la línea.   

“En este sector hay familias vulnerables que necesitan la ayuda del gobierno” -  Esther Solina Céspedes Lozano,  miembro del Comité de la Junta de Acción Comunal.

¡Hagamos región y apoyemos lo nuestro! 

Lo invitamos a seguir leyendo aquí 

https://digital.elnuevodia.com.co/library