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Aunque en el Parque de la Paz se encuentra erigido el monumento a la familia, elaborado por el maestro Enrique Saldaña Cifuentes en 1997, este emblemático espacio recopila múltiples ‘olvidos’ que, poco o nada tienen de familiar.
Lo anterior se debe a que, como ha sido recurrente en los últimos 15 años, este lugar, pensado para el esparcimiento social del barrio Pueblo Nuevo, se niega a salir de su mísero aspecto, toda vez que, luego de las esporádicas intervenciones de las autoridades, éste vuelve a caer rápidamente en la degradación.
O por lo menos, aquel es el escenario que se presenta actualmente, en el que, posterior al embellecimiento que realizó Ibagué Limpia en el 2020, varios de los problemas que se denunciaban, volvieron a aflorar.
Por un lado, se puede evidenciar que en muchos de los tramos que conforman este parque ha crecido una capa espesa y larga de vegetación que le recubre y que, comentan los vecinos del sector, ha sido caldo de cultivo perfecto para la delincuencia.
En esa misma línea, ante el abandono, el parque se ha convertido en el espacio predilecto para el uso y consumo de sustancias estupefacientes, por lo que es regular observar habitantes de calle haciendo uso de estos alucinógenos a plena luz del día.
Y es que, a pesar de que existe un CAI ubicado a unos escasos metros de este escenario, EL NUEVO DÍA pudo conocer varios casos en los que el hampa hace de las suyas, sin mayores repercusiones. Es el caso de Alberto Riveros, un adulto mayor que vive en inmediaciones a la caseta de la paz, cuya propiedad ha sido usurpada en varias ocasiones. Así las cosas, del ambiente caluroso y familiar que se vivía hace 15 años, sólo quedan gratas reminiscencias.
Otras dolencias
Si bien la comunidad comenta que el Parque de la Paz cuenta con la esporádica presencia de entidades públicas que pintan las estructuras y podan algunos partes de la frondosa vegetación que allí permanece, a concepto de ellos, estas acciones son ‘pañitos de agua tibia’, toda vez los grandes contratiempos permanecen incólumes.
Es el caso de algunos de los elementos que conforman el mobiliario urbano, tal y como sucede con las barandas de concreto, las cuales se han desprendido de su estructura y están esparcidas por el suelo.
Adicionalmente, la falta de cultura ciudadana y el olvido en el que esta permanece sumida, ha provocado que en algunos puntos de este parque se puedan observar desechos como ropa usada, botellas, bolsas y excrementos humanos.
Por último, según se pudo evidenciar en una visita efectuada en el sector, debido al daño en uno de los pozos que allí se encuentran, una cantidad considerable de aguas negras discurren hasta llegar a uno de los extremos de la skatepark, donde se están represando.
Sin acciones a la vista
Debido a que son varios los espacios públicos en Ibagué que se encuentran en condiciones paupérrimas, a inicios de año se dio a conocer que se rehabilitarán e intervendrán diferentes puntos de esparcimiento, sobre los cuales se realizarán trabajos de embellecimiento y ornato, entre otros.
De acuerdo con Sebastián Perdomo, gerente de Ibagué Limpia, la entidad tiene proyectado ejecutar más de 30 obras, en diversos puntos de la ciudad. Sin embargo, entre esa larga lista, según pudo conocer esta redacción, el Parque de la Paz no se encuentra priorizado.
“Nosotros entendemos que los recursos son limitados y que son varios los lugares que requiere de la atención e inversión de las entidades públicas. Sin embargo, es triste ver este lugar de esta forma; por lo que le hacemos el llamado al próximo alcalde para que, independientemente del color de su partido, priorice recursos para la intervención del parque”, comentó un comerciante del sector.
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