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En la mañana del domingo 12 de agosto, un grupo de habitantes del barrio 20 de Julio, en el corazón de la comuna Dos de Ibagué, se dio cita para, por medio de un proceso de autogestión, darle solución a una problemática del sector.
Como en muchas zonas de la ciudad, los problemas en la malla vial se vuelven un dolor de cabeza para la ciudadanía, sobre todo para ‘los de a pie’. El 20 de julio no es la excepción, y aunque hay muchos huecos en las calles, siempre hay unos que representan inconvenientes más graves que otros.
El origen la acción colectiva
El 5 de mayo, mientras el carro recolector de basuras hacía su labor en la zona, sufrió el hundimiento de una de sus llantas en la empinada cuesta de la calle Quinta B, dejando expuesto un gran hueco justo al frente de la casa de Doña Francisca, una señora de la tercera edad.
La presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio 20 de julio, Paola Amariles, relató que por aquella época llovía mucho en la ciudad, por lo que el cráter cada vez se fue haciendo más evidente, exponiendo una tubería de aguas residuales, una manguera del servicio de gas domiciliario, a la vez que la integridad física de las personas que transitan esta calle.
Pensando principalmente en el bienestar de Doña Francisca, la cual había enviudado hacía pocos meses, los vecinos acudieron al Ibal en busca de una solución, la cual no llegaba con prontitud. Con el ánimo de ejercer algo de presión, convocaron la ayuda de algunos medios de comunicación, que difundieron la noticia sobre el peligroso hueco.
El paso hacia la solución
Posterior a las denuncias, el 12 de junio, el Ibal atendió el caso. “Ellos hicieron todo el arreglo interno correspondiente, cambiaron el tubo, taparon con recebo y lo compactaron”, acotó Amariles.
Se les dijo a los residentes que ‘luego’ se haría la adecuación del pavimento, sin embargo, conscientes de que existe una amplia posibilidad de que ese ‘luego’ tarde demasiado, decidieron emprender la búsqueda de una solución más pronta.
“Es mejor pavimentar el pedacito y no dejar deteriorar la calle, porque una vez vuelvan las lluvias, esta se va a llevar a la tierra que echaron y se va a empezar a abrir el hueco”, sostuvo la presidenta del barrio.
La estrategia elegida para mitigar el impase, fue la de recaudar fondos a través de una colecta entre los vecinos del sector y portes de la JAC con recursos de actividades previas, con la intención de comprar el material de construcción que ayudarían a cumplir con el objetivo.
“Se eligió el domingo, día de descanso para muchos, porque varios vecinos se comprometieron a ayudar, no solo de esta calle, sino de varias partes del barrio”, señaló Amariles.
En este sentido, los vecinos del barrio 20 de julio adelantaron labores de autogestión en pro de encontrar solución a un mal que les aqueja, sin quedarse de ‘brazos cruzados’ a la espera de una intervención gubernamental.
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