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El maestro Rozo donó su obra a la academia
Al atardecer de hoy, se conoció sobre el fallecimiento del maestro Israel Rozo, un pintor y escultor ibaguereño que se formó en México y llevó a cabo la mayoría de sus trabajos en Medellín. En octubre de 2016, fundó con sus propios recursos en el barrio La Paz de la comuna Dos el museo Rozo, un espacio que donó en julio de 2022 a la Corporación Universitaria Minuto de Dios.
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Dicha institución de educación superior, expresó sus condolencias a los familiares del artista: “Nos entristece profundamente el fallecimiento, a sus 83 años, de un grande de las artes en el Tolima, el maestro Ibaguereño, Israel Rozo (Q.E.P. D.). Desde UNIMINUTO abrazamos a su familia en este momento difícil y ratificamos nuestro compromiso de preservar su obra, legado para las futuras generaciones”.
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“El consejo de fundadores, su presidente el padre, Diego Jaramillo Cuartas; el rector General, padre Harold Castilla Devoz; el Consejo Superior de Uniminuto, rectoría Tolima y Magdalena Medio, su presidente, Leonidas López, la rectora María Isabel Peña y todos los estamentos universitarios lamentamos profundamente el fallecimiento del maestro.
En mayo de 2021, esta casa editorial realizó la siguiente nota acerca del museo Rozo, para dar a conocer tan importante espacio a la comunidad ibaguereña:
Así es el museo Rozo, fundado en el barrio La Paz
En el sector de La Paz, a medio camino entre lo urbano y lo rural, está ubicado el museo Rozo, importante escenario cultural de Ibagué, fundado el 14 de octubre de 2016, luego de un gran esfuerzo por parte del escultor y pintor ibaguereño Israel Rozo, que se formó en México e hizo carrera en Medellín, en su interés por acercar el arte y la cultura a los ibaguereños, y de manera especial, a las comunidades de sectores populares.
Entre jardines y una piscina
El maestro Israel Rozo vive a tan solo dos casas del museo que lleva su apellido. Lo primero que encuentra el visitante al ingresar son unos espléndidos jardines, con toda clase de ornamentación natural, algunas esculturas y una fuente con peces de colores. Además, el museo Rozo, como dato curioso, también cuenta con una piscina, para el caso de funcionar como espacio de eventos.
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La iniciativa de crear el museo le surgió al maestro durante su estancia en Medellín. “Lo hice pensando en que Ibagué necesita más escenarios artísticos. Lo más fuerte que tenemos es la música, pero incluso en esa área hace falta más apoyo gubernamental. El museo lo creé con esfuerzo propio. He pedido ayuda a las Administraciones para impulsarlo y darlo a conocer masivamente, pero no ha sucedido”, afirma el artista.
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En Medellín, Rozo creó su propia academia de arte, la cual lideró por 40 años, y gracias a su experiencia en la ‘Ciudad de la eterna primavera’, conoce muy bien la diferencia abismal entre escenarios culturales de la capital paisa e Ibagué. Por eso luego, posterior a su jubilación, en sus propias palabras, decidió “no quedarse quieto” y traer parte de su saber y de su obra a su tierra natal.
Las obras
Los visitantes del museo Rozo encontrarán una magnífica colección de obras, tanto del artista, como de otros maestros colombianos de la pintura y escultura. “Tengo más de 250 obras de arte. 100 pinturas, y casi 100 esculturas. También una colección de piedras palafíticas mexicanas y colombianas. Hay esculturas en bronce, en mármol, en piedra, de todo estilo. Mucha variedad”, indicó el maestro en su momento.
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Muchas de las obras expuestas son de artistas que influyeron en su carrera, pero varias de las obras del maestro, como cuadros y esculturas que aluden a temas sociales como la guerra y la paz, el racismo, o temas religiosos y culturales están alojadas en este museo que cuenta también con un espacio que simula un taller de trabajo de artistas, donde el visitante puede hacerse una idea del ambiente y la manera cómo los creadores desarrollan sus obras.
La casa museo
Además de planear una reinauguración del bello museo, el maestro Rozo también tenía la intención de convertir su propia vivienda en una casa-museo. La hermosa casa esquinera con balcones, alberga muchas de sus pertenencias como un piano, esculturas, cuadros, antigüedades y otros elementos llamativos, que dan idea al visitante de los recorridos del artista por el mundo y su modo de vida.
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Todo ello, en la tranquilidad de un sector rodeado de montañas, a pocos minutos del Centro de la ciudad, donde el arte y la historia cultural de Ibagué esperan al visitante para deleitar los sentidos y de paso, aprender. El maestro Rozo afirmaba que para fortalecer nuestra identidad cultural, debía haber educación y se debía fomentar desde lo gubernamental el arte como un bien colectivo, que ubique a Ibagué en el plano nacional e internacional de las artes.
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