Lidia Shiryaeva, una mujer rusa de 50 de años asesinó a sus familiares con una sopa envenenada. Según medios internacionales, la femenina aceptó que al estar cansada de asumir con la responsabilidad de cuidarlos, optó por segarles la vida. 

Según investigaciones, Lidia había perdido a su esposo recientemente en un accidente automovilístico, lo cual la habría dejado muy afectada y pudo influir en la decisión de acabar con sus vidas. Entre las víctimas está su hija de 23 años quien tenía parálisis cerebral y sus tres nietos pequeños. 

Aunque las autoridades pensaron que se trataba de un desbalance emocional severo, exámenes médicos determinaron que la señalada se encontraba estable y era consciente de sus acciones. 

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Al parecer, desde que su esposo murió, la mujer se había hecho cargo de la crianza de los menores de edad, que tenían tres, cinco y siete años, porque su madre, hija de la acusada, no podía hacerse cargo de ellos debido a su condición médica. Shiryaeva entonces, sin dudarlo, acabó con sus vidas "para terminar con su responsabilidad".

“Mientras todos estaban distraídos, salí y traje un paquete de veneno. Sabía que había veneno en la guantera del auto de mi esposo, así que lo agregué a la sopa, la revolví y luego alimenté a mis nietos y a mi hija con esa sopa", confesó la delincuente en el tribunal. Por el crimen, Lidia Shiryaeva fue condenada a 19 años de cárcel.

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