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Una familia en el Reino Unido se encuentra devastada tras la trágica muerte de su hijo de 25 años, Josh Warner, luego de que los médicos diagnosticaran erróneamente su enfermedad como apendicitis, ignorando las señales de que en realidad padecía un tumor cerebral mortal.
La tragedia comenzó cuando Josh Warner comenzó a experimentar dolores de cabeza persistentes que no cedían con medicamentos. Su condición empeoró rápidamente, y dos semanas después, buscó ayuda médica en un hospital. Los médicos en ese hospital afirmaron que su malestar era causado por apendicitis, a pesar de que Josh no experimentaba ningún dolor abdominal.
Josh accedió a someterse a una cirugía de emergencia para extirpar su apéndice, pero su condición no mejoró. Fue dado de alta después de la operación, pero continuó sufriendo dolores de cabeza intensos y debilitantes. A medida que sus síntomas empeoraban, regresó al hospital en varias ocasiones, buscando ayuda.
Ignoraron sus síntomas
Sin embargo, en lugar de investigar más a fondo su caso, los médicos continuaron insistiendo en que su dolor de cabeza era el resultado de la cirugía y lo enviaron de regreso a casa. Incluso después de que una tomografía computarizada mostrara una anomalía en su cerebro, los médicos descartaron estos resultados como un "error del equipo médico".
Este error monumental retrasó la detección del verdadero problema de Josh.
El joven continuó luchando contra su creciente malestar y finalmente se desmayó en el baño mientras estaba en casa de sus abuelos. Fue trasladado al Hospital Queen Elizabeth, donde otra tomografía computarizada reveló los mismos resultados que la anterior. Finalmente, los médicos se dieron cuenta de que Josh no tenía apendicitis, sino un gran tumor cerebral que se extendía desde el lado derecho de su cerebro hasta su espalda y tronco encefálico.
Josh fue remitido a oncología, donde se le realizó una biopsia que confirmó el diagnóstico de glioma de línea media, una forma agresiva de cáncer cerebral. Sin embargo, la enfermedad ya estaba demasiado avanzada y, cuatro días después de su diagnóstico, Josh Warner falleció.
La madre de Josh, visiblemente afectada por la trágica pérdida de su hijo, compartió sus pensamientos con el Daily Mail y elogió la valentía de su hijo durante su lucha contra la enfermedad. “Fue muy valiente, no puedo cuantificar lo valiente que fue a través de todo esto. Él nunca gimió. Creo que sentiría lástima por mí mismo, pero él nunca hizo eso”, dijo.
Josh deja atrás a un hijo de 4 años.
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