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Un joven, identificado como Diego Leyva, perpetró un horrendo crimen el pasado 14 de diciembre en su vivienda familiar ubicada en Camino Escondido, asesinando a sus padres y dos hermanos. Tras cometer los asesinatos, Leyva realizó una escalofriante llamada al 911 confesando los hechos.
Las grabaciones de la llamada al 911 revelan la frialdad con la que Leyva admitió el crimen: "Hola, señorita. Solo quería llamar y decirle que apagué la vida de mis padres. A toda mi familia". Minutos después, oficiales de la Oficina del Sheriff del condado de Valencia llegaron a la escena, encontrándose con una dantesca escena: los cuerpos sin vida de las cuatro víctimas.
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Recientemente, el canal local KOAT divulgó un video de la cámara corporal de uno de los agentes durante el arresto. Las imágenes muestran a Leyva en el patio delantero de la casa, cubierto de sangre seca y con visibles heridas en la cabeza, cuello y pie. Las autoridades informaron que el joven se encontraba "extremadamente intoxicado". El video capta el momento en que un oficial ordena su arresto: "Ven aquí. Pasa por aquí. Pon tus manos detrás de tu espalda", a lo que Leyva obedece en silencio, con las manos sobre la cabeza y vistiendo una camiseta de rayas.
Al ingresar a la vivienda, los agentes descubrieron los cuerpos de las víctimas con heridas de bala. Una pistola fue encontrada sobre la mesa de la cocina. Las víctimas fueron identificadas como Leonardo Leyva, de 42 años; Adriana Bencomo, de 35 años, quien era bombera voluntaria en la comunidad; y los hermanos de Diego, Adrian, de 16 años, y Alexander, de 14.
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El horror del hallazgo queda plasmado en las palabras de los oficiales grabadas en el video: "Hay sangre en el suelo" y "tengo cuatro personas, una en el baño, tres en el pasillo". La imagen de un árbol de Navidad con luces encendidas dentro de la casa contrasta de forma perturbadora con la escena del crimen.
Durante el interrogatorio inicial, al preguntarle a Leyva si necesitaba atención médica, este respondió negativamente y añadió: "Estoy poseído". A lo largo del video, se le observa llorando y murmurando palabras incoherentes. En la llamada al 911, al ser cuestionado sobre el motivo de los asesinatos, Leyva declaró: "No lo sé. Algo, un espíritu malo, me poseyó". Estas declaraciones han generado especulaciones sobre su estado mental al momento de los hechos.
La Policía Estatal de Nuevo México confirmó que el adolescente se entregó voluntariamente tras la llamada al 911. La comunidad de Belén se encuentra consternada ante esta terrible tragedia, mientras las autoridades continúan investigando los detalles del caso.
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