Abogado aportó nueva prueba en asesinato de Jaime Garzón

Una grabación del general (r) Rito Alejo del Río con otro miembro de las Fuerzas Militares, en la que se hablaba de la gestión humanitaria que realizaba el comunicador, es la prueba que entregó Rafael Barrios, presidente del colectivo de abogados José Alvear Restrepo, ante la CIH.

“Es claramente una conversación del general Rito Alejo del Río donde le molesta la actividad que desarrolla el periodista Garzón en la gestión humanitaria, es una información que llegó a la Embajada de los Estados Unidos de la época”, señaló.

La prueba a la que se refiere el jurista es la trascripción de una conversación telefónica que el exmilitar sostuvo con otro integrante de las Fuerzas Militares sobre la mediación humanitaria para la liberación de personas que estaban en poder de los grupos guerrilleros.

La grabación, conforme señaló Barrios, habría sido hecha dos años antes del crimen del comunicador. “En la cinta, el General mostraba su desacuerdo sobre la actividad que desarrollaba el periodista, pero lo hacía con fastidio y con rabia”, anotó Barrios.

El anuncio se hizo ayer durante un evento en el que se le rendía homenaje al periodista Jaime Garzón Forero y en el que se manifestó además que el Estado colombiano fue demandado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la violación a la vida, la integridad y la libertad de pensamiento y expresión.

La demanda se hizo en conjunto con la Comisión Colombiana de Juristas y deberá atravesar varias etapas antes de que se tome una decisión con respecto al hecho que conmovió al país en 1999.

“Por este caso hay responsabilidades no sólo de la cúpula militar de la época, encabezada por el general Mora Rangel, sino por los integrantes del Ejército colombiano. Lo de Carlos Castaño es un mandado que lo encargó el Ejército nacional de Colombia”, sentenció Barrios y recalcó que existe una responsabilidad no sólo por acción, sino por omisión del Estado.RC en el país. Los bloques de Cundinamarca, Guaviare y Meta se reunieron en Mitú y destruyeron la ciudad.

Credito
COLPRENSA

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