El embajador en el Vaticano, Mehmet Paçaci, fue llamado a consultas horas después de que Ankara convocara al nuncio papal y le entregara una nota de protesta, como primer paso de varias medidas de rechazo del discurso.
Durante una misa en memoria de la matanza de armenios a manos del Imperio otomano en 1915, celebrada ayer en el Vaticano, el papa subrayó que la masacre “generalmente viene considerada como ‘el primer genocidio del siglo XX’”, un término que Turquía rechaza tajantemente.
“La declaración del papa es extremadamente inoportuna porque premia el racismo en alza, y también en vista del momento elegido”, aseguró hoy el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.
En términos similares se expresó el titular turco de exteriores, a través de la red social Twitter.
“Las ceremonias religiosas no son lugar para alimentar el odio y la animadversión mediante alegaciones infundadas”, añadió, en mensajes enviados desde Mongolia, donde se halla de visita oficial.
Comentarios