Hillary Clinton, candidata a la Casa Blanca y favorita para hacerse de la investidura demócrata, comenzó ayer su campaña para ganarse el corazón de los estadounidenses, mientras del lado republicano el senador de origen latino Marco Rubio entró en la carrera.
Un día después de anunciar su candidatura por Internet, la exprimera dama, senadora y secretaria de Estado de 67 años iba en una van de Nueva York hacia Iowa (centro de EE.UU.), donde hoy tendrá su primer acto oficial de campaña, una mesa redonda sobre educación en la pequeña ciudad de Monticello.
Sin grandes discursos, Clinton, que se prepara desde hace meses para las presidenciales, quiere mostrar que cree merecer su investidura y que no la considera ya adquirida, aunque sea la favorita, tras su derrota en las primarias de 2008.
Obama la elogió
El sábado, el presidente Barack Obama tuvo palabras elogiosas hacia Clinton, indicando que cree que “podrá ser una excelente presidenta”. Sin embargo, ayer su portavoz Josh Earnest matizó que el Mandatario no brindará un respaldo “automático” a la exsecretaria de Estado.
“Hay otras personas amigas del presidente y que podrían decidir lanzarse a la carrera” electoral, subrayó Earnest, indicando de todas formas que Obama y Clinton comparten “las mismas preocupaciones”.
Si bien es la amplia favorita dentro del Partido Demócrata, donde por ahora no tiene rival, tendrá que pelear por la victoria en las presidenciales de 2016.
Los sondeos nacionales le dan una pequeña ventaja sobre sus eventuales adversarios republicanos, pero las últimas encuestas muestran que tiene trabajo por hacer en estados clave como Virginia, Iowa o Colorado.
Anuncio de rubio
El senador por Florida Marco Rubio anunció este lunes a sus principales donantes que presentaría su candidatura por el Partido Republicano para competir en las elecciones presidenciales de 2016.
Rubio aseguró que se siente “especialmente cualificado” para liderar la nación, según informaron este lunes medios locales.
El senador cubano-estadounidense de 43 años anunció ayer oficialmente su candidatura en un evento programado en la simbólica Torre de la Libertad, donde los refugiados que huían del régimen de Fidel Castro fueron procesados entre 1962 y 1974.
En una conferencia con los principales donantes de su campaña, Rubio precisó que contempla las próximas elecciones como un punto de inflexión entre el pasado y el futuro.
En ese contexto, afirmó que su rival demócrata más directo, la exsecretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, encarna a un líder del pasado y lo que Estados Unidos necesita es, a su juicio, un líder para el futuro, un compromiso para el que dijo estar preparado.
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