Ley de Restitución de Tierras

Vemos con preocupación que mientras el Gobierno está organizando la ejecución de la Ley de Tierras, ya existen ejércitos y bandas que buscan frustrar el intento.

Uno de los programas más interesantes del presidente Juan Manuel Santos es el de la Restitución de Tierras. Me parece que es una bandera de la administración. Se trata de devolver la tierra a los campesinos, asaltados por bandas organizadas inicialmente para sustituir al Estado en su combate contra las guerrillas y luego, dueñas del territorio con la ayuda de notarios y funcionarios del Gobierno. Es un verdadero reto para el Presidente de la República lograr el éxito de esta nueva ley de tierras. El senador Cristo vigila cuidadosamente el recorrido de la ley, ya que él fue ponente y defensor de esta reforma.

Y digo que es un reto, porque debemos recordar que la célebre violencia política de la década de los años 50 tenía en el subfondo un problema de tierras. Con el pretexto de un partido político, bandas de asesinos e incendiarios usurparon las tierras de familias aldeanas. Cuando aparentemente terminó esa violencia, no le devolvieron las tierras a nadie y curiosamente hubo municipios que cambiaron totalmente de ideología política. Pero los nuevos dueños del poder aldeano también eran propietarios de las tierras. Y algunos sociólogos sostienen que en parte la violencia repetitiva en nuestro país tiene como origen la tierra. Curiosamente nuestro país no tiene memoria o han tratado de olvidar la violencia territorial; pero entre los campesinos desplazados no hay olvido.


Por eso vemos con preocupación, que mientras el Gobierno está organizando la ejecución de la Ley de Tierras, ya existen ejércitos y bandas que buscan frustrar el intento. Y todo esto con la colaboración de funcionarios y “rábulas” que quieren pescar en río revuelto. Esperamos que el poder del Estado esta vez esté al servicio de la justicia y el Gobierno logre desbaratar la contrarreforma. Todavía queda el espíritu reformista del liberalismo, o como dijo el mismo Santos, el talante liberal.


Otro proyecto de gran interés es el de las 100 mil viviendas, liderado por el ministro Germán Vargas Lleras. Pero igualmente es preciso que el Gobierno establezca unos controles efectivos para evitar que intermediarios logren vender por medio de falsedades tierras no adecuadas. Y también evitar que los beneficiarios vendan sus casas con la ilusión de adquirir sumas de dinero que nunca han visto en la vida. Los controles deben ir en dos direcciones; por un lado evitar a los delincuentes disfrazados de vendedores y por otro, para procurar mantener la propiedad de los beneficiarios.

Credito
GUSTAVO GALVIS SENADOR

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