Vuelven las mentiras, llega la campaña

Agustín Angarita Lezama

Una forma corrupta de hacer política es decir mentiras. Se puede mentir de múltiples formas. Una manera velada de mentir es hacer análisis sesgados, que sólo reflejan una parte de la información, para sacar conclusiones amañadas reforzando posturas de intereses particulares.

En este diario, el domingo pasado fue entrevistado un nuevo candidato a la alcaldía de Ibagué. Para intentar demostrar que su presencia como candidato es muy importante, afirmó que “las finanzas de la ciudad están deteriorándose de una manera terriblemente rápida” y que esto implicaba una mala administración, puesto que incrementar las transferencias obedece a una buena administración.

Quiero mostrar datos oficiales, públicos, que se pueden consultar sin talanqueras por cualquier ciudadano. Las transferencias en educación de Ibagué han crecido año a año. En 2011 eran más de 141 mil millones, en 2012 casi 150 mil millones, en 2013 159 mil, en el 2014 168 mil, y en el 2015, 172 mil millones. Un crecimiento del 21%.

En salud se pasó de 33 mil millones en el 2011 a más de 50 mil millones en el 2015. Un crecimiento del 53%. El aumento de las trasferencias en cultura pasó de 446 millones en 2011 a más de 814 millones en 2015 con un crecimiento del 82%.

Las transferencias para el deporte pasaron de casi 596 millones a más de mil ochenta y seis millones, con un incremento del 82%. Para libre inversión se pasó en el mismo periodo de más de ocho mil ochocientos millones a más de diez mil trescientos millones de pesos. Un crecimiento del 16%.

Vale la pena comentar una trasferencia interesante que es la del Fosyga, que son recursos para la salud. Se pasó de casi 23 mil millones en el 2011 a casi 70 mil millones en 2015. Un crecimiento del 203%. ¿Qué indica esta cifra? Que la cobertura de afiliación en salud se duplicó por la eficiente labor de la alcaldía.

En total, las transferencias que recibió el municipio en 2011 fueron $216.828.660.701 pesos. Para 2015 se incrementaron a $320.800.788.000 pesos, un crecimiento del 48%. Si seguimos con el argumento del candidato, esto demostraría una buena administración en Ibagué y no el comentario destemplado y con fines meramente electorales, como el que entregó.

Ibagué merece una campaña política con propuestas, con la verdad por encima de todo, sin injurias ni calumnias. No creo que nadie niegue que en Ibagué existan problemas.

Todos los conocemos. Lo que queremos escuchar son cuales serían sus posibles soluciones, cómo se financiarían y el tiempo que se necesitaría para que se puedan ver los resultados. Estamos aburridos de promesas, mentiras, demagogias e injurias en campaña.

Ese candidato cuando estuvo en el ejecutivo salió con miles de denuncias, que no terminaron en nada, porque eran infundadas, eran chismes y pudo demostrar su inocencia. No entiendo por qué ahora, hace campaña basado en chismes, en informaciones inexactas, en acusar a todos de corruptos para intentar mostrarse como el inmaculado salvador. Eso es sembrar miedo para ganar adeptos. Esto es vulgar terrorismo. Politiquería pura.

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