La legislatura que concluyó en 2018, sin duda le devolvió protagonismo y credibilidad al Partido Conservador Colombiano. En este balance se puede decir que el PCC fue el primero que se opuso al IVA a la canasta familiar, lo cual afectaba los ingresos y la calidad de vida de las clases media y popular. Más bien, propusimos desde la colectividad que en la Ley de Financiamiento las entidades financieras paguen una sobretasa transitoria al impuesto de renta, pues es la actividad económica que mejor rentabilidad genera y su aporte debe ser más significativo en momentos de dificultades fiscales.
En esa búsqueda del equilibrio legislativo también sugerimos el aplazamiento de la Ley TIC para el primer trimestre de 2019, pues si bien estamos de acuerdo con el cierre definitivo de la brecha digital en el país, tenemos reparos y preocupaciones en lo relacionado con el futuro de la TV pública y en la concentración de la regulación a cargo del Ministerio. En ningún caso puede existir censura.
Otros aspectos sensibles fueron la iniciativa que pone un techo al Predial, para evitar los abusos de los alcaldes a la hora de aplicar incrementos desproporcionados; la proposición de los 500 mil millones para vías terciarias; y desde la Comisión Quinta sobresalen la defensa de sectores agropecuarios estratégicos para el empleo rural como el café y el arroz. También, el debate sobre las plantas de beneficio animal y la mala calidad de la carne que consumen los municipios, la defensa del sector textil - confecciones que es fundamental para garantizar la ocupación de más de un millón 800 mil personas.
A pesar de que existen problemas de interlocución entre el Gobierno y el Congreso, que son inocultables, permanece el debate, la crítica y hay avances en materia de educación, seguridad y en la distribución de un presupuesto que es bastante limitado para nuestra Nación.
No en vano, las tareas para 2019 son mayúsculas, por ejemplo se viene la discusión del Plan Nacional de Desarrollo, en el que se espera un mayor impulso a las vías secundarias y terciarias, la definición de proyectos estratégicos, que en el caso del Tolima pasan por la culminación de los anillos viales del Sur, la suerte del Triángulo del Tolima, el Setp para Ibagué, y las condiciones especiales que deben tener los agricultores ante la competencia internacional y los acuerdos comerciales. Es importante someter a discusión la protección del medio ambiente versus la inversión en proyectos de minería, entre otros.
La nueva vigencia promete ser supremamente dinámica. En este sentido, y en el caso regional, el PCC conservará su vocación de poder y servicio. Desde esta tribuna resulta imprescindible hacer un llamado y ratificar mi compromiso para seguir trabajando por nuestros principios como son la defensa de la familia, la seguridad y la lucha permanente contra toda actividad delincuencial o criminal que atente contra nuestra sociedad.
Resultaría significativo que en temporada de campaña se conserve la unidad del Partido y en las propuestas de gobierno queden incluidos aspectos fundamentales como la estabilidad jurídica, el compromiso por la generación de empleo, y la libre inversión siempre y cuando no se vean afectados los activos ambientales.
La descentralización sigue siendo urgente y prioritaria para que los municipios y departamentos tengan autonomía presupuestal y no solo funciones y obligaciones, sino recursos para resolver problemas reales.
Estoy convencido que el PCC del siglo XXI es un actor político influyente y de pensamiento incluyente, que si bien le apuesta al libre mercado prioriza el progreso social, el respeto y promueve las transformaciones en la Nación y los territorios. 2019 es el año para trabajar en lo que nos une y ponernos de acuerdo en lo fundamental por el bien del país y el Tolima. Seguiremos consolidando el Partido de las Soluciones. Feliz Año para todos.
Senador
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