La paradoja del cambio

He aprendido que para progresar hay que vencer la resistencia al cambio. La ciencia desde el siglo XIX nos enseñó que nada permanece, que la tendencia natural es hacia la inestabilidad. En el mundo empresarial (del cual he sido obrero) se insiste en el cambio permanente, en la visión de futuro, visión que en el siglo pasado se proyectaba a 25 años y que luego se redujo a cinco y que hoy es a un año, gracias a la velocidad con que los cambios se producen por cuenta de la cuarta revolución industrial. Empresa o negocio que no cambia, que no responda a las nuevas exigencias del mercado, que no se adapta, desaparece. Eso dicen los empresarios. Por esto es que me parece incomprensible que el sector privado, el que crea las condiciones para que el trabajo genere riqueza, sea tan resistente al cambio político.

Paros y presidentes

No debe sorprender a nadie que en Colombia, uno de los países más inequitativos del mundo, haya reclamos sociales, protestas e incluso actos vandálicos. Este país está y ha estado en guerra por mucho tiempo, por cuenta de una clase dirigente que se ha sostenido alimentando odios, entregando el país a intereses trasnacionales y manteniendo gran parte de la población en condiciones de miseria.

Nuestros triunfos

Muchas personas se alegran con la desgracia ajena y son más bien pocas las que de forma sincera se alegran con la buena fortuna de otros.

Del neoliberalismo al liberalismo en salud

Dos décadas de un modelo para preservar la salud y tratar la enfermedad de los colombianos dejan un balance desalentador, pues los recursos se han multiplicado en una proporción inmensamente mayor que los beneficios en materia de cobertura del aseguramiento y mejora en los indicadores en salud pública.

Es necesario un cambio estructural

El último informe del Consejo Privado de Competitividad, difundido a finales del año pasado, señala dentro de sus conclusiones, la necesidad de que nuestro país implemente una Política de Cambio Estructural...