La ciudad de hierro

Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

El pasado viernes se publicó la encuesta realizada por el Centro Nacional de Consultoría y contratada por la emisora Ondas de Ibagué, con un resultado altamente sorprendente (tal vez desesperanzador) no solo por quienes lideran la intención de voto (y no me refiero a personas, ni más faltaba, sino a estructuras), es por la “diferencia” frente a quienes pueden encarnar un voto independiente o alternativo (este último referido, no exlusivamente, a ciudadanos con una ideología política, más bien, en relación a la diferencia de quienes en la actualidad ostentan el poder).
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Varios aspectos sobre los que vale la pena reflexionar. Primero, según el resultado, la actual disputa a la Alcaldía de Ibagué se convirtió (o al menos hacia allá nos quieren llevar) en un asunto de maquinarias y estructuras políticas, con el ingrediente que, ambas (estructuras) en disputa, son del mismo sector político, creo, pudiéndome equivocar, que es un caso poco reiterado en Colombia, pues “acostumbrados” nos tenían era a las viejas disputas que, como en la película de “Su excelencia”, protagonizada por Cantinflas, sostenían “verdes” y “colorados” (o simplemente “rojos” y “azules” en Colombia). Segundo, esto nos pone, entonces, en el escenario de una alta proliferación de “estructuras” políticas (aumento) y una relación inversamente proporcional con el desarrollo de la ciudad (incluso del departamento si lo miramos un poco más amplio). 

Tercero, las oportunidades, altamente excluyentes, en una ciudad que, mes a mes, se mantiene en el pódium del desempleo, hoy día aferrándose al segundo lugar, de 23 ciudades y áreas metropolitanas, con el 14,5% para el trimestre móvil junio-agosto de 2023, detrás de Quibdó que registró el 24,7%, pueden resultar siendo, a la vez, un “caldo de cultivo” para el statu quo, con pocas posibilidades reales (y espero equivocarme) que las decisiones sean en beneficio e interés general. Así, no es entendible que, un alcalde al que solo el 32% de los encuestados (según la misma encuesta) aprueba su gestión, tenga en el segundo lugar de intención de voto a la candidata que lo representa a él y a su administración. 

Cuarto, probablemente hay incertidumbre (tal vez ninguno los representa o todavía no los convencen) entre los ciudadanos que aún no saben por quién votar o incluso por aquellos que, a hoy, tienen pensado votar en blanco, pero lo cierto es que, ese voto independiente y alternativo hoy está disperso (facilitándole la tarea a los punteros de la encuesta) en, por lo menos, cuatro o cinco candidatos, que necesariamente deben unirse y desencasillarse de una disputa ideológica o partidista; la razón más importante es que las elecciones locales deben girar entorno a un proyecto de ciudad y una construcción colectiva del territorio que anhelamos tener. Aún queda un poco menos de un mes y hay mucho camino por recorrer, en especial para aquellos que no representan esas estructuras políticas que hoy gobiernan, pero que no sean los asuntos intranscendentes los que terminen definiendo cualquier (in)acción.

Quinto y último (por hoy), como aquella frase célebre atribuida a Einstein pero que, la evidencia indica que podría ser (tampoco hay certeza, porque pudo ser anterior) de la escritora Rita Mae Brown en su novela “Muerte súbita”, “locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.

CAMILO ERNESTO OSSA B.

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