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Esta es la leyenda de una de las vallas que se encuentran actualmente en el estado de California, uno de los tantos que en Estados Unidos han legalizado la marihuana para efectos medicinales y científicos (29) y para efectos recreativos (9).
La consistencia que ha venido teniendo el mercado de la marihuana en el mundo ha dado pie para que se hable de ella como el nuevo “oro verde de la economía”. Revisemos cifras y antecedentes.
141 mil millones de dólares es el cálculo actual de lo que mueve la marihuana en el mundo y según la revista Marihuana Business Dail, este año cerrará con un 45% más de ventas. China por ejemplo tendrá una inversión de 40 mil millones de dólares por parte de la Empresa australiana Creso Pharma. Se espera incluso en los Estados Unidos que los 44 millones de consumidores de marihuana gasten este año 10.000 millones de dólares y 23.000 millones en 2019. Adicionalmente, las prospecciones para el 2030 bordean los 75.000 millones de dólares y por supuesto un incremento notable de consumidores si se considera que en 2014 la industria vendió un total de 2.400 millones de dólares (74 por ciento más que en 2013), con un crecimiento esperado de al menos un dígito durante la presente década.
En Colorado, el primer estado norteamericano en aprobar la legalización, la venta de marihuana tuvo un aumento del 42 por ciento en 2015, de 30 por ciento en 2016 y de 15 por ciento en 2017, lo cual se tradujo en 135 millones de dólares en impuestos para el estado en 2015, en 194 millones en 2016 y en 247 millones en 2017.
Canadá por su parte espera que las ventas para el 2021 superen los 6.000 millones de dólares, de lo que se calculan ingresos para el estado por 800 millones de dólares, producto de un impuesto del 10 por ciento al comercio de marihuana legal que equivale a un dólar de impuesto por cada gramo producido.
Estados Unidos es hasta ahora el país donde se ha registrado con mayor dinamismo el proceso de crecimiento en cuanto a producción, consumo y venta de marihuana con fines recreativos, medicinales y científicos; sin embargo, a pesar de producir diversas variedades de cannabis, es en Colombia donde las condiciones climáticas y del suelo son mejores y donde las circunstancias, incluso económicas para este producto, son más favorables, es decir, producir 1 gramo de marihuana cuesta aproximadamente 10 centavos de dólar mientras que en Canadá y E.U. se promedia en los 2,25 dólares.
Ya no es como antes que las famosas pomadas de marihuana y los otros productos derivados llegaban al centro del país de forma intermitente, muy pausada y a altos precios desde el Putumayo, el Cauca y la Sierra Nevada de Santa Marta, debido a que eran incautadas en las carreteras por la Policía Nacional. Ahora hay 22 compañías autorizadas en Colombia para fabricar derivados del cannabis con fines médicos y científicos, lo que les permite, dependiendo del permiso solicitado, fabricar, investigar, comercializar, distribuir y hasta exportar los productos.
Todas estas empresas están conformadas en Colombia a pesar que la mayoría cuenta con capital extranjero. Soportadas en la Ley 1787 o también conocida como la Ley Galán, las primeras en obtener esta licencia fueron las empresas Medcann Colombia, Med Colombia, Cannabis Medical Group, Colombian Organics, Camecol y Khiron, seguidas de Cannalivio, Pideka, Ecomedics, Econnabis, Cannavida y Pharmacielo, lo que sin duda alguna augura el desarrollo de una industria nacional prometedora no sólo desde el punto de vista comercial sino también -y enhorabuena-, académico-científico.
Desde ahora, los analistas de este mercado auguran que en poco tiempo Colombia podría ser el segundo país productor mundial de marihuana, un renglón económico que puede aprovecharse mucho sobre todo en estos tiempos de postconflicto pero que implica decisiones de estado que el nuevo presidente debe tomar con cautela.
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