Cambio para superar la crisis

César Picón

Las próximas elecciones regionales determinarán en buena medida lo que viene para el futuro del departamento y nuestra capital.
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En octubre habrá que decidir entre el continuismo de quienes llevan 8 años recientes y otros 4 más atrás en el poder departamental, y la posibilidad de cambio representada en la unión de fuerzas que lidera el Partido Liberal en cabeza de Mauricio Jaramillo.

Con el ánimo de confundir y desanimar a sus opositores, desde las toldas del continuismo han querido difundir el relato que no tienen competencia y es segura su victoria. Lo que viene demostrará todo lo contrario.

El pasado sábado mas de 32 candidatos a alcaldías de todo el Tolima recibieron el aval principal del Partido Liberal, otros lo recibirán como co-aval porque llevaran la chapa principal de algún otro partido. Centenares de candidatos al Concejo de decenas de municipios, la lista a la Asamblea departamental y también los ediles, obtuvieron el aval rojo para competir en las elecciones de octubre. Quedó demostrado que el liberalismo tiene una fuerza solida para competir con éxito en las regionales. 

Esa capacidad política tendrá que ser reforzada por aliados que coinciden con la necesidad de transformar las condiciones actuales del departamento, esos anuncios deben estar próximos a llegar. Y despertar la fuerza de la ciudadanía toda, de las gentes que les duela que unos pocos se estén adueñando del futuro de todos.

No puede ser posible que, como lo describió Jaramillo en su discurso del sábado, se aferren al poder quienes tienen sumido al departamento en una evidente crisis social, moral y política: 3 de cada 10 tolimenses pasan hambre a diario, el 98 % de las vías terciarias se encuentran en pésimo estado, más de 600.000 personas viven a diario en condiciones de pobreza y casi 200.000 viven en la indigencia. Tolima es el segundo departamento del país con mayor tasa de desempleo (15.7 %) y más de 20 mil hogares, unas 100 mil personas no tienen un techo propio y menos servicios públicos de calidad. En mas de 30 municipios del Tolima toman agua no apta para el consumo humano.

En la vía que conduce a Ambalema se cayó el puente sobre el río Venadillo hace más de un año, por eso para llegar hasta allá hay que dar una vuelta por Lérida que toma al menos 45 minutos más. La carretera Líbano – Villahermosa, Rovira – Roncesvalles, la vía para llegar a Rioblanco o San Antonio, y de Ataco para arriba, todas son un desastre.

A Ibagué también le fallaron. El actual Gobernador prometió en campaña (busquen en Google) en construir la avenida carrera 13, un viaducto, participar en la construcción de la central de abastos e instalar un CAI móvil en cada comuna de la ciudad, “nanay cucas” decía mi abuela. Y el coliseo menor, única obra visible de la Gobernación en Ibagué, anda a paso de tortuga, ojalá no termine en un elefante blanco.

El cambio no es opcional, es absolutamente necesario. La crisis no es solo material, también moral, por la forma de ganar el poder y como y para que lo usan. De la gente consciente, de quienes viven las consecuencias de los malos gobiernos, de quienes se han visto humillados y ultrajados, de quienes comprenden que el poder absoluto corrompe absolutamente y que no tenemos que vivir condenados al atraso y la pobreza, de todos ellos depende que logremos un cambio real en nuestro departamento. 

 

 

CESAR PICÓN

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