¿A qué le van a apostar?
En los primeros cien días a ningún gobernante se le puede exigir resultados concretos, apenas se está sentando en la silla y no ha alcanzado a contratar la ejecución de proyectos importantes, por lo que pretender acomodar coincidencias o reivindicar logros de sus antecesores, solo para darle gusto a la opinión, es verdaderamente innecesario.