Renovación en la Política

La cifras de nuestro departamento nos deben llevar a profundas reflexiones: tenemos el ingreso per cápita más bajo del área Andina,

el PIB decreció en un por ciento en los últimos dos años, la población por debajo de la línea de pobreza es de 45.1 por ciento mientras que el promedio nacional es de 37.2 por ciento, el 17.3 por ciento está por debajo de la línea de indigencia cuando el promedio nacional es del 12.3 por ciento, para nombrar algunas de las cifras más preocupantes.

Esta precaria situación solo se resuelve ejerciendo la verdadera Política, aquella que se ocupa de debatir y formular las ideas que elevan la condición de los pueblos, y no la que tanto solemos practicar en nuestra tierra que se ocupa de disputarse a dentelladas el erario público y la burocracia.


Por esto la política tolimense, ahora más que nunca, echa de menos al exsenador Carlos García Orjuela.


La obra de Carlos García siempre la he reputado como un modelo a seguir para la clase política, a pesar de mantener con él algunas discrepancias cordiales sobre el gobierno del presidente Uribe.


Son muchas las comunidades marginadas de nuestro departamento que dan testimonio de su venturoso paso por la política, pero además el país le debe importantes leyes en todos los ámbitos de la vida nacional; lucha contra la pobreza, régimen fiscal, medio ambiente, mercado de capitales, educación y salud.


Últimamente, ya en su merecido y voluntario exilio, fue el faro que orientó al partido de la U para que corrigiera su rumbo y no cometiera el error de apoyar a aquel candidato a la gobernación de quien, sus mismos copartidarios, descubrieran a la postre que a falta de hoja de vida tenía un gran prontuario (léase reportaje de Alfredo Bocanegra en este diario).


Extrañamos a Carlos, pero tenemos a su hijo Pierre García quien, como su padre, tiene la misma concepción del quehacer político y el mismo rigor en el estudio de los temas.


Su propuesta para derrotar la pobreza en el campo es muy interesante: empieza por diagnosticar que si bien es cierto el 35 por ciento de la población vive en el sector rural, más del 50 por ciento depende directamente de la economía rural, de esta población el 50.1 por ciento no tiene sus necesidades básicas satisfechas.


El área sembrada y las toneladas producidas en nuestro departamento han caído en tres mil hectáreas y 442 mil toneladas respectivamente desde el 2007. Ante esta situación, el exsenador García ha conseguido 35 mil millones de pesos con el gobierno nacional para promover la siembra de 30 mil hectáreas de café, cacao y cítricos.


Necesitamos nuevos líderes honestos, con gran sensibilidad social pero capaces a su vez de identificar las grandes iniciativas que se requieren para el desarrollo.


Bienvenido Pierre García a la política tolimense, ojalá tuviéramos un relevo generacional más profundo y en todos los partidos, y así poder presentar una nómina de lujo en el próximo Congreso de la República.    

Credito
EL NUEVO DÍA

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