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Ante este panorama y con el fin de acabar con la pobreza cumpliendo con el derecho constitucional de la vivienda digna, se creó el Ministerio de Vivienda y los subsidios para lograr que más personas tengan su casa propia.
Después de un subsidio amplio por parte del Estado, hoy el programa Mi Casa Ya cubre exclusivamente a los hogares con Sisbén; aplicado así: a) Los grupos A1 y C7 recibirán un subsidio de 30 SMLMV para el pago de la cuota inicial, y, los Sisbén entre C8 y D11 tendrán un subsidio de 20 SMLMV. b) En las áreas rurales los hogares con Sisbén A1 y C14 recibirán un subsidio de 30 SMLMV, mientras los de clasificación C15 y D20 tendrán acceso a un subsidio de 20 SMLMV. Es necesario ver cuáles serán las políticas para el acceso al crédito ya que quienes prestan dichos dineros son entidades netamente financieras.
A pesar de los cambios, que pretenden ser más inclusivos, nos hacemos las siguientes preguntas: ¿Un hogar en estos grupos de Sisben tiene ingresos suficientes para poder acceder y cumplir con las obligaciones de crédito aun con ayuda de este subsidio? ¿Acorde al incremento de la materia prima de la construcción qué tipo de unidades privadas se entregarán a estos nuevos propietarios? ¿Estamos llegando a cubrir el déficit habitacional con esta política? ¿Qué pasará con el gran generador de empleo como es la construcción? ¿Con las nuevas cargas fiscales y garantías inmobiliarias (como la que trajo la “ley de vivienda segura”) no se agravará más la compra de vivienda?
Aunque entendemos que el gobierno quiere llegar a las personas menos favorecidas, consideramos que es necesario que exista una política integral y con otras alternativas de subsidios, ya que vemos que la figura del arriendo sigue prevaleciendo en los estratos medios; dejando dividida nuestra sociedad: entre los que tienen vivienda y los que no la tienen.
¡Hagamos región y apoyemos lo nuestro!
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