Vitaminas para fortalecer el sistema inmunológico

Columnista Invitado

Todas las vitaminas si bien pueden ser obtenidas tras una dieta balanceada, en algunos casos es necesario recurrir a los suplementos.
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La principal defensa del cuerpo contra infecciones y enfermedades es el sistema inmunológico; el cual mantiene al cuerpo en óptimas condiciones siempre y cuando se mantenga una dieta equilibrada que aporte los nutrientes esenciales, como son las vitaminas, las cuales intervienen en múltiples procesos bioquímicos en el organismo.

La C es quizás la más reconocida por su acción antioxidante, que protege las células del daño oxidativo, además de estimular la producción de glóbulos blancos esenciales para combatir patógenos, fuera de intervenir en la síntesis de colágeno que contribuye en la integridad de la piel y las mucosas; es más estudios han demostrado que su consumo puede reducir la duración de los síntomas de infecciones respiratorias. Se encuentra principalmente en cítricos, fresas, kiwis y brócoli.

La D actúa como un modulador, ayudando a regular la respuesta inmune innata y adaptativa, es importante en tanto las células inmunitarias poseen receptores para esta vitamina, lo que indica su importancia en la función inmunológica. Diversos estudios han asociado la deficiencia de ella con un mayor riesgo de infecciones respiratorias, como la gripe. Se obtiene principalmente a través de la exposición solar, aunque también está presente en algunos alimentos como pescados grasos, yema de huevo y productos lácteos fortificados.

La A que desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de las mucosas, son la primera línea de defensa del organismo contra los patógenos; fuera de ser necesaria para el desarrollo y la diferenciación de las células inmunológicas; además contribuye al funcionamiento de los linfocitos T y B, que son responsables de la respuesta inmunológica adaptativa. Se encuentra en alimentos de origen animal, como el hígado, y en vegetales de color naranja y verde oscuro, como las zanahorias, las espinacas y el kale.

La E, otro antioxidante que ayuda a proteger las células inmunitarias del daño oxidativo, es crucial para la función de los linfocitos T, y su deficiencia puede llevar a una disminución de la respuesta inmunológica. También mantiene la integridad de las membranas celulares. Se encuentra en frutos secos, semillas y aceites vegetales.

La B6 esencial para la síntesis de neurotransmisores y proteínas, es fundamental en la producción de anticuerpos; así como en el funcionamiento de las enzimas que intervienen en el metabolismo de las proteínas y en la producción de energía, lo que a su vez contribuye al mantenimiento de un sistema inmunológico saludable. Se encuentra en plátanos, garbanzos, papas y carnes magras.

Todas estas vitaminas si bien pueden ser obtenidas tras una dieta balanceada, en algunos casos es necesario recurrir a los suplementos, bajo supervisión de un profesional de la salud, a efectos de optimizar la dieta y los tratamientos preventivos para fortalecer las defensas.

 

Alberto Enrique Pacheco

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