Día Internacional de los Trabajadores

Comandante de la Metib

El primero de mayo es considerada la fiesta antonomasia del movimiento obrero mundial, pero más que un evento de regocijo y exigencia, debería ser de reflexión por los hechos que acaecieron en su inicio, destacando su aparición en un 1 de mayo de 1886, generando un punto álgido cuatro días después con la revuelta de la plaza de Haymarket – Chicago, Estados Unidos, donde resultaron varios muertos y heridos en actos de protesta.

En Colombia, igualmente se llevan a cabo marchas con motivo de este día en las diferentes ciudades capitales, más hasta la fecha se han desarrollado de forma pacífica, siendo un escenario positivo para el país, donde las pretensiones están alineadas a reclamar los derechos laborales.

Se destaca que algunos mensajes de reflexión para esta conmemoración hacen referencia a que este día se lleva a cabo “… en honor a todos los hombres y mujeres que con su labor diaria buscan un mejor futuro pretendiendo hacer crecer a la sociedad…”; este importante y disiente anuncio invita para que los participantes lo hagan con una convicción y/o propósito de aportar soluciones a la sociedad, generando espacios de diálogo para la construcción de propuestas claras, objetivas e innovadoras en beneficio de Ibagué y el Tolima.

Si bien es cierto, existe el derecho a la protesta, indiscutiblemente se debe acudir a este en buenos términos, evitando la vinculación de personas que no comprenden o desconocen los motivos por el cual se lleva a cabo este importante evento o en su defecto aprovechan el escenario para realizar acciones de vandalismo contra la ciudad, pintando grafitis en las fachadas por donde se realizará el recorrido, siendo este su único propósito de asistencia, dejando mal visto el objetivo real de la programación estimada para este día.

No obstante, se destaca que la Policía nacional estará realizando el acompañamiento a cada uno de los escenarios donde se llevará a cabo las marchas, tendiente a que se efectúen sin alteración de la seguridad ciudadana, salvaguardando la seguridad de todos los asistentes y permitiendo la transparencia en la ejecución del derecho a la protesta.

Al llegar a este punto, es indispensable aclarar que en una protesta no gana el que más grita; ganan las ideas claras y objetivas en beneficio de los habitantes de las generaciones actuales y futuras, obedeciendo al escenario que se pretende dejar a los niños, niñas y adolescentes de hoy, los cuales muy seguramente serán los gobernantes del mañana.

Finalmente y con el ánimo de alcanzar la anhelada paz, se invita al diálogo y creación de mesas de trabajo que permitan evitar el círculo vicioso de protestas beligerantes y/o confrontaciones innecesarias.

DIOS Y PATRIA.

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