Desde la invención de la motocicleta como medio alternativo de transporte, no se dimensionaron los fenómenos emergentes que se presentarían ante su inadecuado uso por parte de conductores, siendo los accidentes de tránsito un importante factor de atención por la tendencia al incremento.
No obstante, cabe aclarar que estos velocípedos como herramienta de movilización son muy útiles, mejoró entornos laborales y turísticos, así como facilitan las actividades preventivas y de control de la Fuerza Pública. Ahora bien, su indebido uso está alineado a comportamientos que evidencian en algunos casos, la falta de cultura ciudadana.
Actualmente adquirir este tipo de transporte es relativamente fácil, su oferta y demanda permiten la comercialización de una manera más ágil, es así que se observa aumento en la circulación de motocicletas sobre las vías urbanas y rurales del territorio nacional, máxime que existen diversidad de modelos y cilindrajes, acorde con las necesidades de los que gustan de este tipo de transporte.
Aquí vale la pena hacer una pequeña digresión sobre la responsabilidad que adquieren los conductores en su empleo, por lo cual se citan algunos ejemplos de afectación: inicialmente, la utilización del espacio público para parqueo es uno de los aspectos más vistos en la ciudad; aunado a ello, el hallazgo de motocicletas abandonadas con las llaves puestas y sin ningún tipo de seguridad que impida ser hurtada, siendo necesario opten por instalar sistemas de alarma y no ser tan confiados al aseverar “dos minutos entro y salgo del banco” o en su defecto ubicarla en un parqueadero de su confianza. A ello se suma, la invasión de andenes para convertirlos en improvisados talleres y concesionarios de motocicletas afectando el entorno de las avenidas en algunas zonas de la ciudad.
Entre tanto y enfatizando en su uso indebido por parte de conductores bajo efectos de bebidas embriagantes y/o sustancias psicoactivas, materializando escenarios de afectación física y familiar, toda vez que una mala maniobra conlleva a la materialización de un accidente con resultados catastróficos. Es importante destacar que eventualmente los percances se presentan ante la falta de idoneidad de los conductores, quienes toman el riesgo de aumentar sin razón la velocidad de la máquina, incluso olvidando usar casco protector que cumpla con las características para la protección en caso de un choque o caída.
Conviene, sin embargo, advertir que la motocicleta se estaría convirtiendo en el medio más ágil y apetecido por integrantes del crimen organizado para huir de los controles y acciones de las autoridades, referenciado particularmente en el hurto a personas mediante el uso de este tipo de transporte. No se puede dejar por fuera las conductas indebidas ante la aparición de los denominados “piques” improvisando sobre algunas vías de la ciudad pistas de carreras de motocicletas, poniendo en alto riesgo la seguridad de los conductores y la comunidad en general.
Se aclara que la Policía nacional no está en contra de los motociclistas, pero sí de aquellas conductas que mediante el uso indebido de la motocicleta afectan la seguridad ciudadana; por ende se fortalecerán los controles que permitan minimizar estos fenómenos de afectación a la sana convivencia, máxime que se acerca las festividades del folclor en algunos municipios del Tolima y concentradas en su capital, todo ello en beneficio de la vida e integridad de los ibaguereños y tolimenses. Por su vida, conduzca de forma inteligente y use adecuadamente su motocicleta.
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