A la vista de muchos, no son muy notable los cambios que se presentan en un entorno, llámese barrio o comuna; no obstante, la dinámica de una ciudad varía constantemente, tanto en lo positivo como en lo negativo, pero en algunas culturas el ser humano tiende a maximizar los actos desfavorables, ignorando los avances que potencian los escenarios efectivos, y ello podría obedecer en la sensación o percepción de la seguridad que tenga en ese momento el individuo.
Es importante destacar que siempre existirá inseguridad en los diversos entornos como el hogar, laboral y en lo personal, toda vez que este hace referencia a la materialización de un riesgo en cualquier situación, donde el ámbito de protección eventualmente se ve vulnerado por bajas medidas de autoprotección que se toman en algunos casos. Y es precisamente ese estado de quiebre que la delincuencia aprovecha para ejecutar sus acciones ilícitas, destacando que se debe contar con una cultura de la seguridad desde casa; un ejemplo sería el manejo de la información a través de equipos móviles, saber que los datos personales se convierten en activos valiosos para los extorsionistas, siendo necesarios para lograr su cometido al realizar la conocida “llamada millonaria”; es importante conocer los vecinos, estar unidos permite permear su zona residencial y comercial de las acciones de la delincuencia; importante conocer su equipo de trabajo, identificar los allegados de sus hijos, estos y muchos más esquemas se podrían enunciar, para entender que la base fundamental para la seguridad son las acciones de forma individual y colectiva para evitar el accionar de los criminales.
Al respecto conviene decir que el propósito de la Policía Nacional, es alinear las estrategias a los cambios que se presentan, conocer los diversos factores que afectan la convivencia y seguridad, siendo un objetivo perentorio contrarrestar el quebrantamiento de la ley que se traduce en el concepto de delincuencia, por consiguiente, siempre existirán individuos con pretensiones de realizar actos ilícitos.
No obstante, entre los aciertos para mejorar la seguridad de los ciudadanos está la aplicación del Código Nacional de Policía y Convivencia (Cnpc), fortaleciendo el Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (Mnvcc), con mayor presencia de Policías cumpliendo su misionalidad con la comunidad, permitiendo estar a la vanguardia de los comportamientos contrarios a la convivencia, así como eventos que pretenda concretar la delincuencia.
Por otra parte, no se puede impedir que un ciudadano tenga sensación de inseguridad cuando se materializa algún hecho que afecta su sana convivencia, generando un estado de solidaridad entre el conglomerado, que asume como propio el daño, éstos aunque no fueron víctimas, multiplican esta percepción perjudicial a pesar de conocer el suceso a través de un relato; contrario a ello, podría ser más positivo donde se activará una alerta antes de que se perpetrara el hecho, evitando tanto sentimiento de impotencia al ver en acción un delincuente.
Cabe concluir que las personas deben recuperar la confianza en las instituciones, tener sentido de pertenencia y denunciar hechos o personas que estén generando comportamientos contrarios a la convivencia y que algunos sobrepasan el límite hacia la ilegalidad; aunado a ello trabajar en sinergia, contar con el aporte de cada ciudadano, los líderes comunitarios continuar apoyando firmemente la labor Policial, los jóvenes generar ideas innovadoras y diferenciales para contribuir en el fortalecimiento de la seguridad, pensar en ciudad en pensar en familia y las autoridades municipales, departamentales y su Policía nacional cuentan con todos los ibaguereños y tolimenses para avanzar en el camino de mejorar la seguridad.
DIOS Y PATRIA
Comandante Metib
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