Con el eslogan “Yo no pago, yo denuncio” la Policía nacional continúa desplegando y fortaleciendo la campaña de prevención al no pago de extorsiones, por lo que se pretende generar conocimiento frente al desarrollo de este delito, tendiente a evitar que las personas sean víctimas de los delincuentes dedicados a esta actividad ilegal, máxime que los actores involucrados, los medios que utilizan y los fines que buscan, son cada vez más difíciles de identificar, pero no imposibles de contrarrestar a pesar de que sigue siendo una de las fuentes de financiación de mayor importancia para grupos de delincuencia común organizada, aprovechando el desconocimiento y temor de la ciudadanía, quienes en algunos casos no denuncian oportunamente.
Se destaca que investigaciones adelantadas por la Policía nacional han permitido establecer que prevalecen las llamadas desde el interior de centros carcelarios, fingiendo ser integrantes de grupos delincuenciales, en algunos casos llamadas orquestadas por internos desde los patios con apoyo de personas externas encargados de ubicar potenciales víctimas, desarrollando labores para conocer su arraigo y las contactan para generar temor con amenazas de muerte o activación de artefactos explosivos. Aunado a ello, se evidencia que no se tiene un referente puntual de afectación a algún gremio específico, por lo que se aclara que algunas llamadas se ejecutan al azar y ocasionan un sistema de pesca de víctimas, sin tener conocimiento previo de éste, pero que por temor pueden caer en las redes delictivas, toda vez que la pretensión es conseguir el dinero de la víctima.
No obstante, pueden existir grupos delincuenciales que ejecutan las llamadas, pero no necesariamente están internos en un centro carcelario, aunque sí contar con la experiencia delictiva para lograr sus propósitos ilícitos.
Ahora bien, existen tres modalidades de extorsión: la clásica, que hace referencia a las amenazas e intimidaciones a la víctima y su núcleo familiar, simulando ser integrante de grupos al margen de la ley; la carcelaria (mayor afectación) simulación de autoridad -grupos armados organizados, para un servicio (solicitud servicio grúa- empresas transportadoras) y el sexting, que es la modalidad de exigencia económica a cambio de no publicar imágenes, videos u otro material a través de redes sociales.
Una constante es el uso de algunas empresas de giros para mover y/o recibir el dinero producto de la extorsión, por lo que es muy recomendable no facilitar y prestar su documento de identidad para recibir dinero de quien desconoce; agregando que se invita a interponer la denuncia inmediata al existir pérdida de documento por hurto o descuido. Tenga en cuenta que el delincuente está en capacidad de hacer una leve investigación sobre la víctima con información que eventualmente dispone en internet y las redes sociales, por ello sea muy cauteloso al subir datos familiares en este tipo de sitios de web; igualmente, el delincuente tendrá un intento de abordaje telefónico para conocer su temor o debilidad, a su vez, hará una negociación muy minuciosa y persuasiva con la víctima, con el único propósito de lograr quitarle su dinero como mecanismo de pago directo a la extorsión. Es así como la Policía nacional seguirá insistiendo en su campaña de prevención “Yo no pago, yo denuncio”: señor ciudadano, permita y reciba oportunamente el asesoramiento para evitar ser víctima de este flagelo a través de la línea 165 Gaula Policía nacional, en la que estarán prestos algunos policiales con experiencia para dar respuesta oportuna a su denuncia.
DIOS Y PATRIA
Comandante de la Metib
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