Hoy celebramos un aniversario más del grito independentista que hace 209 años, “criollos” organizados lanzaron contra el dominio Español en nuestra querida tierra y aunque no fue sino hasta nueve años después que esa libertad se consolidó con la gesta libertadora y el nacimiento de una nueva nación; la semilla plantada por esos primeros patriotas, brotó como la patria que amamos y en la que vivimos y deseamos verla grande y unida.
Nosotros los integrantes de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, seguimos siendo fieles al legado de los primeros valientes soldados con el fin de evitar que los enemigos de la patria consigan su objetivo de menoscabar su integridad y atentar contra sus ciudadanos.
Y es que cuando hablamos de los “enemigos de la patria”, hacemos referencia a esas organizaciones delincuenciales cuyo fin es coartar la libertad de todos los habitantes de nuestro país, duramente ganada en los campos de batalla por los hombres de Bolívar.
Hoy, la lucha por la libertad es contra las bandas delincuenciales, contra el yugo de las drogas ilícitas, contra las cadenas que pretenden imponer los grupos armados organizados y contra todas las manifestaciones delictivas que impiden el goce efectivo de los derechos y libertades de todos los colombianos.
Por esta razón en la actualidad, mujeres y hombres Policías y militares, quienes vestimos orgullosamente el camuflado o el verde oliva, rendimos tributo con nuestra misión a aquellos héroes de la patria: cada vez que liberamos un colombiano o que capturamos a un delincuente, o que dejamos un parque, un barrio, una comuna libre de expendios de estupefacientes, nos lleva a pensar que seguimos con esa gran campaña libertadora que se mantiene y seguirá por la eternidad, con el fin de lograr la Colombia que soñaron Bolívar y Santander.
Esta fecha también debe llamar a la reflexión respecto a la forma en que como ciudadanos rendimos ese mismo homenaje al sacrificio de los patriotas. Y no habría mejor forma que a través del cumplimiento de la Ley, de buscar siempre la convivencia pacífica, de ser ciudadanos modelo y guía de nuestros hijos y familias, que esta fecha no solo sirva para recordar que somos libres desde hace más de Dos centenares de años, sino que también sea el momento para inculcarles y recordarles esos valores morales a nuestros niños, niñas y adolescentes. Cabe recordar la sentencia de Santander, “las armas os han dado la independencia, solo las leyes os darán la libertad”. Hagámoslo pues posible.
Por último, quiero invitarlos a que esta celebración sea una fecha que congregue, acompáñenos en los desfiles y actividades conmemorativas; que en medio de nuestras diferencias y diversidad nos una como una sola nación; vistamos los colores patrios, icemos la bandera nacional; sintámonos orgullosos de esta patria que adolorida por tantas vicisitudes, siempre se levanta en la adversidad. Como si jugara nuestra querida selección Colombia: hace más de doscientos años una selección de los mejores hombres y mujeres de la época lucharon por heredarnos el país libre en el que vivimos y soñamos; permitamos que se erice nuestra piel al evocar su heroísmo y poder decir: ¡hoy me siento, más colombiano que nunca!
Dios y Patria.
Comandante Metib (e)
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