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Esto se tradujo de manera positiva, en el levantamiento del toque de queda en la capital tolimense, al igual que la eliminación de la medida de pico y cédula en establecimientos comerciales.
Lo que hace que cualquier actividad económica enmarcada en la ley, que cumpla con los protocolos de bioseguridad, puede retomar sus actividades, conllevando de paso a la reactivación económica que tenía en aprietos a algunas familias.
Que se dé marcha atrás, depende de nosotros mismos, ya que si la ciudadanía en general, administradores o propietarios de establecimientos comerciales no cumplen o no hacen cumplir las normas, permitiendo que se generen aglomeraciones, no haciéndole el llamado respetuoso a sus clientes y trabajadores para que utilicen bien el tapabocas o no se desinfecten las manos, seguramente se volverá a incrementar la tasa de contagio y con ella vendrán nuevas medidas.
Esta es una prueba de confianza, que solo nosotros decidimos si la acatamos para no volver a tiempos pasados, sino por el contrario seguimos respondiendo de manera responsable a los llamados de las autoridades de salud, para frenar o disminuir el Covid-19.
Que viva la libertad con responsabilidad, que viva la vida, estamos a escasos días para que se inicie la jornada de vacunación en nuestro país, llevamos 10 meses luchando contra un enemigo oculto, que no distingue de razas, cultos, credos, o posiciones socio económicas.
De usted y de mí depende no relajarnos, hasta no estar inmunizados no podremos gritar a los cuatro vientos que hemos salido del surco de dolor, que cesó la horrible noche, que podemos a vivir la vida de antes, eso sí, con más experiencias y lecciones aprendidas, que nos deben llevar a convertirnos en mejores seres humanos, para que trabajando decididamente en nuestro bienestar, podamos decir que…“Somos Uno, Somos Todos”.
Dios y Patria.
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