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Por arraigos históricos patriarcales se había dejado de un lado la invaluable labor que cualquier mujer representa ante la sociedad; es así como hoy vemos altas ejecutivas en los más altos puestos públicos y gerenciales de las empresas de nuestro país.
Un ejemplo del avance por la lucha de igualdad de condiciones, es que por primera vez en la historia Colombia tiene una mujer como Vicepresidenta, doctora Martha Lucia Ramírez, quien visitó la capital tolimense, con el ánimo de seguirle dando ese ejemplo de empoderamiento a la mujer.
Mensajes positivos, con noticias alentadoras, es lo que a diario nos entregan las encargadas de ponerle el toque femenino a la vida.
Pero de nada sirve, que desde el Gobierno Nacional se diseñen y se pongan en marcha políticas referentes al mejoramiento de calidad de vida de nuestras mujeres, si desde el interior de cada uno de los hogares no se les enseña a nuestros niños, niñas, y adolescentes, que todos somos iguales, que tenemos las mismas capacidades.
La clave para erradicar esa cultura machista es cambiar el chip en los más pequeños de la casa, pero no solo con palabras, sino también con hechos, porque de qué nos sirve decirle a nuestros hijos que debemos amar y respetar a las mujeres, si al interior del mismo hogar se hace algo diferente, se maltrata física, psicológica y económicamente; sea coherente entre lo que dice y hace.
Es importante decir, que cualquier persona que tenga conocimiento sobre estos tipos de casos, sin necesidad que sea la víctima, puede dar aviso oportuno través de la línea Emfag 317 400 86 06, o a la línea única de atención de emergencias 123, teniendo en cuenta que existe la línea 155 donde brindan asesoría a la mujer víctima de violencia, o en la línea 122 de la Fiscalía General de la Nación.
Mujer es vida, amor, ternura, compromiso, tesón, inteligencia. Sigamos amándolas, respetándolas y valorándolas.
Dios y Patria.
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