El partido Liberal se fortalece. El Polo quedó en cuidados intensivos y el partido Conservador desaparece. Las causas son muchas y dependen de quien tome la palabra.

El triunfo de Petro en Bogotá llama la atención por la medida de aceite a Uribe y por la cordialidad con la cual se expresó al celebrar su triunfo. Pasó de ser el hombre más perseguido por el Gobierno de Uribe a ser su sepulturero en Bogotá.

Habló del amor y de la reconciliación como herramientas para lograr la paz, sin los odios de quienes consideran que la violencia tiene que seguir por siempre.

Lo que quedó del Polo se colgó la lápida en el Tolima con los candidatos que sacó para la Gobernación y para la Alcaldía de Ibagué. Hicieron el ridículo.

El respeto y el aprecio que desde hace años he tenido por el senador Robledo y por el compañero Gordillo me lleva a sugerirles que, por favor, no sean tan ingenuos de llegar a un banco a consignar billetes de tres pesos.

Lástima es lo que produce la situación conservadora. Una dirección nacional que produce vergüenza y unos fejecitos regionales más preocupados por sus intereses personales solo podían llevar al partido al desbarrancadero.

Esto por lo menos podría servir para que la godarría pensara en la posibilidad de buscar dirigentes que conozcan y defiendan la ideología de su partido, que tengan autoridad moral e intelectual y que les quiten poder a tantos delincuentes que se han tomado la vocería del partido. No más criminales posando de jefes conservadores.

* Se enrebequeció Pachito Santos porque el Gobierno se sacó el cuerpo al complejo turístico del Tayrona. Se le mojó la lengua disparando a la loca frases como “El presidente arma el mierdero y después le echa la culpa a otros” y si “…así maneja Santos la información de orden público, con razón dicen que la violencia electoral bajó mientras la gente paga escondederos a peso”. Remató con “durante el Gobierno de Uribe el ministro de defensa fue Uribe”

* Se ordenó al Ejército pedir perdón por la masacre de Cajamarca, falso positivo por el cual Uribe felicitó a los asesinos. Nos falta saber quién va a pedir perdón a Cajamarca y al Tolima por el crimen ecológico que está cometiendo Anglogold.