Una cosa es Dinamarca y otra Cundinamarca

Gustavo Galvis Arenas

El doctor Darío Echandía, celebre político colombiano muy recordado por sus frases célebres decía que “Una cosa es Dinamarca y otra Cundinamarca”. Con esto señalaba que había diferencias notables entre los europeos y los americanos. Hoy podemos observar como el proceso hacia el  socialismo de los dos continentes marcha por rumbos diferentes. Igualmente recordamos como los países europeos han influido en forma notable. Desde la época de la colonia llegaban los movimientos ideológicos a la América e influían en las costumbres, en las ideas y en los procesos económicos. Las tesis que recibieron Bolívar, Nariño y Santander fueron aplicadas fácilmente por los revolucionarios americanos en la época de la independencia y luego en la república. Esas ideas eran actuales para aquellas épocas. 
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Actualmente algunos políticos pretenden traer a nuestro país un socialismo obsoleto. El socialismo marxista que entusiasmo a multitudes y especialmente a los jóvenes fracasó estruendosamente. La Unión Soviética se desmoronó y también cambiaron su organización político-social los países de Europa oriental. Sobrevive este sistema político en Cuba con múltiples problemas y en Venezuela con el exilio de miles de personas y con un decrecimiento industrial. La tesis planteada por la Ministra de Minas sobre el decrecimiento,  apareció en los años setenta, especialmente liderada por Serge Latouche. “Disminución controlada y progresiva de la producción opuestas a las aplicadas por el modelo capitalista”. Está propuesta es notablemente reaccionaria y busca detener el desarrollo económico-social del mundo. 


No podemos aplicar en América, especialmente en Colombia, tesis obsoletas, que ya fueron ensayadas y que no funcionaron en Europa. El socialismo europeo se desarrolló en algunos países teniendo en cuenta su idiosincrasia, con modificaciones aceptadas en cada país y sin desconocer el liberalismo económico. En consecuencia esos países han logrado una síntesis entre ambos sistemas. Recordemos a España, Inglaterra, Francia y Rusia. Pero el mejor ejemplo de socialismo liberal lo encontramos en Suecia y los países escandinavos. Allí fortalecen las empresas, pero la Seguridad Social es notable y emblemática. En esos países los impuestos son aplicados racionalmente y favorecen tanto al Estado como al sector privado. Como corolario podemos decir que el desarrollo social de los países debe ir acompañado del progreso económico. 

GUSTAVO GALVIS ARENAS

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