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Muy seguramente, al finalizar sus estudios de Administración de Empresas y dando puntadas terminales a sus trabajos sobre “el bagre” en el río Caquetá, llegó a intuir, a avizorar el gran universo de variables que podía manejar con el tema ambientalista, originado en esta región del país. Además, percibió qué era lo que podía dar réditos de todo tipo: mediáticos, económicos, sociales. Pero, para tener algo de credibilidad, la señora, tenía que conseguirse un plus (+) académico: decide entonces, estudiar en Oxford Brookes University (no confundir con Oxford University. Nada que ver) que, para los neófitos es, como jugar por ejemplo, con las palabras de “Los Andes San Victorino Universidad”, que no tienen nada que ver con la Universidad de Los Andes en Bogotá y que, aunque queda relativamente cerca a San Victorino, en el centro de la capital, no tendría nada que ver con una de las más prestigiosas Universidades de nuestro país.
Posteriormente, la Sra referida, logra obtener un “Master” y después, un “Doctorado” en Brookes, con la ”carreta” de la conservación de algunas especies de micos en el Amazonas, temas que indudablemente “descrestan” a cualquier anglo-sajón. Para el año 2007, Ángela Maldonado crea una Organización que se llama “Entrópika”, cuyo principal donante es “National Geographic”, el mismo canal gringo que acaba de darle un premio, muy seguramente por los “insumos” que le proporciona para sus costosos programas. Es, algo así, como un reconocimiento de un “yo, con yo” pero, con nombre exótico.
Establecida en Leticia, Amazonas, la sra. Maldonado intuye que a la persona sobre la cual se debe subir, es sobre los hombros del científico Manuel Elkin Patarroyo que lleva casi 40 años en investigación sobre enfermedades infecciosas e, inicia la más descarnada persecución contra el investigador, dizque “en favor” de los micos que utiliza el tolimense, en el Centro de Primates establecido allí. Emplea cualquier cantidad de mentiras y distorsiones, tratando de bloquear el trabajo sobre virus, bacterias y parásitos que lleva el investigador y, la verdad, por ocasiones logra paralizar un trabajo que ha reconocido la comunidad científica internacional. Se obsesiona con Patarroyo y ve “espantos” por todos lados. No falta, quienes “le coman” cuento, sobre todo periodistas desinformados y con un sesgo absurdo sobre la dicotomía entre animales y humanos. Lo que no saben, es que Patarroyo es un gran defensor de las especies, empezando por la humana que, al día de hoy se encuentra amenazada (no hay vacuna) acercándose a los 40 millones de contagios y sobrepasando el millón de muertes producidas por el coronavirus, Covid 19. Entre tanto, la sra. Maldonado feliz y dichosa, se pasea por el mundo, como la gran defensora de los “micos” del Amazonas, recibiendo premios, atacando a Patarroyo y, disfrutando del “billetico” producido por su teorías animalistas, todo ello, acorde con su original disciplina académica de Administradora de Empresas.
Como dicen los gringos “bussines are bussines” (Negocios, son negocios) El resto, que se muera !!!
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