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Borges, gran conocedor de todo, pero lo más, del género humano, lanzó siempre unas expresiones que, día a día, cobran más vigencia. Sobre todo, en el tema de lo socio-político. La filósofa María Teresa Cristina, en sus famosos seminarios sobre Borges en la Universidad de los Andes de Bogotá, afirmaba que, tanto Borges como García Márquez, eran los dos escritores vivos más valiosos que tenía para la época de los 70’s, la Literatura latinoamericana. Sus afirmaciones, eran “impecables”, cada uno en su estilo y, enunciaban consignas proyectadas a la eternidad. No había que leerlas “entre líneas”, todo era claro y conciso.
Para el actual entorno social y político colombiano, la frase de Borges que encabeza esta columna, se puede traducir como “hay que dar el beneficio de la duda”. Mejor dicho, esperar a ver qué pasa. Lo que no quiere decir que se esté, o no de acuerdo con el nuevo régimen político en nuestro país. Aún más, “bien vale la pena” que, los nuevos actores se dediquen un tanto a la pedagogía sobre el hecho de qué, es ganar unas elecciones, ya sea por un apretado margen y qué es arrasar en una justa electoral, con grandes diferencias numéricas, así sea, con clientelismo y corrupción, como era lo tradicional.
Mejor dicho, no se ha tomado “el cielo con las manos” y, el Estado colombiano, abreviando en los conceptos del Charles Louis de Secondat, Barón de Montesquieu y, expuestos en “El espíritu de las Leyes” (Ginebra Suiza - 1748) pervive en una Democracia que, por imperfecta que sea, descansa sobre tres pilares fundamentales: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Ojo y más ojo….. que como decimos en el sur del Tolima, se pueden “estar tirando el queso” y, de paso, se aborte el propósito de “cambio anti-corruptor” que, a la larga, fue el proyecto real o ficticio que enarbolaron concurrentemente, los dos candidatos en la recta final.
La semana pasada, finalizó en Buenos Aires (Argentina) la segunda edición del Festival Borges, en cuyos conversatorios participaron destacados literatos hispano-americanos. Una de ellos, la poetisa María Rosa Lojo (Medalla de Poesía y Arte Homero – Bruselas 2021), afirmaba que “Borges, siempre nos está descolocando, planteando otra manera de ver las cosas”. Algo muy valioso para tener en cuenta y adaptar a la realidad socio-política y económica de nuestro país.
El autor de “best-seller”, como “Ficciones”, “El Aleph” e “Historia de la eternidad”, dejó frases que nunca pierden actualidad y, se pueden articular con vivencias en nuestro país y, particularmente en el Tolima. Algunas de ellas, se explican por sí solas. Dice Borges: “ Yo no hablo de venganzas y perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”, “todas la teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es, lo que se hace con ellas”, “hay que tener cuidado al elegir los enemigos, porque uno termina pareciéndose a ellos”. Y…. tal vez, la que más nos seduce : “Uno, no es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”.
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