La cuadratura del círculo

Hugo Rincón González

Cuando se usa la expresión popular, “la cuadratura del círculo”, la misma se entiende como una metáfora referida a una tarea imposible, un problema irresoluble o un desafío extremadamente difícil.
PUBLICIDAD

La expresión sugiere algo complicadísimo que desafía las capacidades humanas o la lógica convencional existente. Esto es lo que parece estar sucediendo con la apuesta del gobierno del cambio alrededor de la Paz Total. Una propuesta con la cual nadie debería estar en desacuerdo, pero que, sin embargo, ha enfrentado todas las turbulencias inimaginables, y que ha tenido una recia oposición entre los que siempre le han apostado a la exacerbación de la confrontación armada, pues de estas banderas obtienen réditos políticos.

Cuando se lanzó como política del gobierno, casi noventa grupos armados irregulares de todo el país manifestaron su interés. Era un desafío titánico. La intención de una negociación política con los grupos guerrilleros aún existentes y un sometimiento a la justicia de los grupos armados organizados relacionados con el narcotráfico, se perfilaba en el horizonte y hacia allá quería enrutar el país la administración del presidente Gustavo Petro.

A pesar de la proliferación de grupos armados irregulares, era claro para los conocedores de estos temas que lo fundamental era la negociación con el Eln, las disidencias de las Farc, y el sometimiento del Clan del Golfo, una estructura criminal que no solo tiene presencia en muchas regiones, sino como lo refieren varios analistas tiene bases sociales y políticas sólidas.

Una cosa ha sido la intención política, sin duda loable, y otra cosa ha sido el método usado por este gobierno. Quien no quiere la paz con todos los grupos dicen los analistas. Unos hablan de paz sin impunidad, sobre todo los de la orilla opositora y otros, de la necesidad de reconciliación entre los colombianos, así tengamos que hacer concesiones. Lo cierto es que en un poco más de la mitad del gobierno Petro, la Paz Total se ve lejana y esquiva. Algunos señalan que grupos como el Eln, sino negocia con este gobierno, no lo hará, por lo menos pronto con ninguno y sus comandantes morirán de viejos hablando de una “resistencia” que ya no tiene ninguna presentación.

La Paz Total como la planteó el gobierno sin un método claro desde el comienzo, era buscar resolver la cuadratura del círculo. La diversidad de actores armados, cada uno con agendas y estructuras distintas, convertía este propósito en un reto monumental. El gobierno del presidente Petro requiere una gran capacidad para adaptarse a esta dinámica compleja, enfrentar las dificultades sin perder de vista que lo que buscamos es abandonar la violencia como medio para alcanzar el poder o resolver los conflictos.

Sin abandonar el propósito de la paz, el gobierno debe reforzar la seguridad en las regiones que hoy ven como se agudiza la confrontación armada, utilizando por parte de la guerrilla, incluso drones para atacar la fuerza pública. Sin comprometer los derechos humanos, bandera fundamental del gobierno, no se puede permitir que las comunidades sigan siendo las más afectadas por la delirante acción de los grupos irregulares que definitivamente no quieren la convivencia ni abandonar la guerra.

 

Hugo Rincón González

Comentarios