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Se pueden llevar a cabo acciones diarias de disminución del consumo de agua y energía eléctrica, como cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes, cerrar la ducha mientras nos enjabonamos, apagar luces que no se requieran y desenchufar cargadores y equipos que no se estén utilizando, entre otras muchas advertencias que se divulgan a diario a través de los medios de comunicación.
Pero debemos pensar de manera rápida en la propuesta de un proyecto que ponga en marcha la siembra de árboles, la no quema de bosques y el cuidado de la naturaleza como un principio unánime de actuación ciudadana.
La siembra de árboles no debe ser una tarea del Estado exclusivamente, debe ser una tarea de todos los habitantes, en el caso de Ibagué, de 542.046 personas que residimos en la capital del Tolima.
¿Qué podemos hacer? Cada uno de los 106.410 estudiantes matriculados en los planteles educativos en instituciones escolares oficiales y privadas, bajo la dirección de los directivos y docentes, en el año 2024, sembremos más de cien mil árboles, a razón de un árbol por cada estudiante, una vez al año.
En cada hogar hay un estudiante, esta tarea se puede extender a los padres y otros miembros de la familia, en cada barrio y vereda. Así se puede llegar a la meta de construir prácticas que se vuelvan cotidianas, hasta lograr una cultura de la conservación del ambiente.
Sembrar un centenar de árboles en cada espacio terrestre, cada año, no exige inversiones de alto costo , si para lograrlo involucramos mucho servicio voluntario.
Considero que pueden ser los estudiantes porque así se movilizan en cumplimiento de actividades curriculares de Ciencias Naturales y Educación Ambiental , que hacen parte de las cátedras obligatorias vigentes, la de “Medio ambiente y Ecología”, para ser desarrolladas en cada una de las asignaturas del plan de estudios, de todos los grados de escolaridad de la educación básica y media.
Y quisiera que cada uno se respondiera como habitante de la ciudad de Ibagué: ¿Cuántos árboles has sembrado en tu vida?, porque estamos a tiempo de sembrar cámbulos, ocobos y gualandayes, de contribuir con la disminución de la temperatura, el cuidado del agua y el embellecimiento de la zonas urbanas y rurales, donde también se valen los árboles frutales.
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