La Organización Mundial de la Salud ha emitido guías y orientaciones sobre el inicio y curso de la demencia y la enfermedad de Alzheimer, ya que a menudo se pasa por alto y familiares y amigos los ven o califican como “achaques” de la tercera edad, una parte normal del proceso de envejecimiento, debido a que la aparición de la enfermedad es gradual y es difícil estar seguro exactamente de cuándo comienza. En una primera etapa las manifestaciones pueden ser las siguientes: ser olvidadizo, especialmente en relación con las cosas que acaban de ocurrir; se pueden tener algunas dificultades con la comunicación, como la dificultad para encontrar palabras; sentir estar perdido en lugares familiares; perder el rastro de la época, incluyendo día, mes y año; dificultades para hacer cálculos y manejo de las finanzas personales; existen dificultades para llevar a cabo tareas domésticas complejas; se pueden presentar cambios en el estado de ánimo y comportamiento, por ejemplo ser menos activos y motivados; se pierde el interés en las actividades y aficiones; existen cambios de humor, incluyendo depresión o ansiedad: puede reaccionar inusualmente enojado o agresivamente en alguna ocasión.
En una segunda etapa, en la medida que la enfermedad progresa, las limitaciones son más claras y se presentan más restricciones; se olvida acontecimientos recientes, lo que se acaba de hacer y nombres; con más frecuencia se tiene dificultad para comprender la hora, la fecha, el lugar y los eventos; se puede perder en la casa; se tiene cada vez mayor dificultad para comunicarse (expresión y comprensión); se necesita ayuda para ir al sanitario, para bañarse y para vestirse.
En la tercera y última etapa, la inactividad y la dependencia casi total; los trastornos de memoria son muy serios y la parte física de la enfermedad se hace más evidente; ya existe inconsciencia de tiempo y lugar, no se entiende lo que está ocurriendo alrededor; no se puede reconocer a familiares, amigos y objetos familiares; no se puede comer sin ayuda, se puede tener dificultad en la deglución, se requiere de total asistencia para bañarse y asearse; puede presentarse incontinencia de la vejiga y el intestino; hay incapacidad para caminar y es necesario estar confinado a una silla de ruedas o cama; se registran serios cambios en el comportamiento, incluyendo agresión hacia familiares o hacia la persona que lo cuida, se acentúa la agitación verbal y es común patear, golpear, gritar o llorar.
Si bien las orientaciones anteriormente descritas pueden ser dramáticas, la Organización Mundial de la Salud considera que son necesarias para un mayor entendimiento de la epidemia actual de de demencia y enfermedad de Alzheimer, entidades que diagnosticadas a tiempo tienen posibilidades de tratamiento, manejo y retardo en su progreso.
La necesidad de cuidado a largo plazo para las personas con demencia y enfermedad de Alzheimer puede llegar a agotar los presupuestos de salud; estas enfermedades, catastróficas, afectan a todas las personas, familiares, amigos y sociedad en general; es necesario estar listos para afrontarlas de la mejor manera. Es una de las consecuencias del aumento en la expectativa de vida y de los modelos de vida actuales.
Si bien las orientaciones pueden ser dramáticas, la Organización Mundial de la Salud considera que son necesarias para un mayor entendimiento de la epidemia actual de demencia y enfermedad de Alzheimer.
Credito
PABLO ISAZA
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