Cada vez más países se mueven hacia la legalización de la marihuana para uso recreativo. Uruguay, Canadá y algunos estados de Estados Unidos se han movido en esta dirección. En muchos países de Europa la dosis mínima es permitida y en algunos casos sancionada con tareas sociales. Ahora es Gran Bretaña la que da pasos en este sentido.
El Institute of Economics Affairs, el centro de pensamiento de libre mercado que fuera favorito de Margaret Thatcher, ha pedido al gobierno que legalice la marihuana argumentando que la medida podría ahorrar más de 1.000 millones de libras esterlinas generadas por impuestos adicionales y otros ahorros en servicios públicos. El mercado negro de marihuana en Gran Bretaña tiene un valor de 2.600 millones de libras esterlinas anuales con 255 toneladas vendidas a más de 3 millones de personas durante 2017 según el Instituto.
Un informe del grupo de expertos concluye que la criminalización del cannabis en el Reino Unido ha fracasado, diciendo que el mercado negro está inundado de productos peligrosos de alta potencia.
Chris Snowden, jefe de Economía de Estilos de Vida del mencionado instituto, afirma que “es hora de reformar la política sobre la marihuana en el Reino Unido. Canadá y los Estados Unidos están mostrando el camino. Si se hace correctamente, la legalización del cannabis es beneficiosa para todos: los delincuentes pierden una industria lucrativa, los consumidores obtienen un producto mejor, más seguro y más barato, y se reduce la carga para el contribuyente en general”.
Los recursos públicos dedicados a la incautación de marihuana, los enjuiciamientos y el tratamiento de los problemas de salud causados por la marihuana, suponen una carga significativa para los sistemas de justicia y salud, mientras que a los adolescentes les resulta más fácil comprar marihuana que alcohol. Encarcelar consumidores no tiene sentido.
El informe de la AIE dice: “El predominio de la marihuana más peligrosa y de alta potencia en el mercado negro debería ser una razón clave para la legalización. Las ventas bajo licencia permitirían que la marihuana regulada y más segura, desplazara a las cepas más peligrosas y generara ingresos fiscales que podrían destinarse a los servicios de salud mental.
Se estima que en el Reino Unido hay algo más de 3 millones de consumidores de cannabis, con una media de 82,5 gramos al año. El costo medio de un gramo de cannabis es actualmente de 10 libras esterlinas, lo que sitúa el mercado británico en 2.550 millones de libras esterlinas anuales.
El cannabis se vendería en locales con licencia especializada y se necesitaría una licencia para su cultivo e importación. La legalización también crearía nuevos puestos de trabajo y empresas, generando un impuesto adicional, mientras que el ahorro para el Servicio Nacional de Salud y otros servicios públicos ascendería al menos a 300 millones de libras esterlinas al año.
Fuente: Estimating the size and potential of the UK Cannabis Market. Chris Snowden. Institute of Economics Affairs.
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