La empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo. La palabra empatía es de origen griego “empátheia” que significa “emocionado”. La empatía hace que las personas se ayuden entre sí. Está estrechamente relacionada con el altruismo, el amor y preocupación por los demás, y la capacidad de ayudar.
“Me gustaría creer que soy un médico compasivo y comprensivo con mis pacientes. Pero cuando debo examinar al paciente, diagnosticar y prescribir o trasmitirle malas noticias, una de las primeras cosas que me preocupa es el tiempo. Uno de los aspectos más desafiantes y potencialmente gratificantes de ser médico es responder y reconocer el miedo, la ira, la frustración y la tristeza de los pacientes. Pero siempre he creído que se necesita más tiempo para escuchar y responder con empatía, tiempo que es difícil ignorar cuando se sabe que hay otros pacientes que han estado esperando mucho tiempo fuera para verte”.
Si bien es cierta la reflexión hecha por un médico, un estudio publicado en The Archives of Internal Medicine encontró que los médicos pueden lograr tiempo, en pocas palabras, para empatía con sus pacientes. Se identificaron momentos en los que el médico puede escuchar las preocupaciones de los pacientes, que van desde el miedo a la enfermedad y la muerte, a la desconfianza sobre la atención y el sistema de atención de la salud, hasta la confusión sobre el tratamiento. Una de las razones del estudio, sugieren los investigadores, es la falta de tiempo. “En una institución de salud, hospital o clínica ocupada los médicos consideran que no hay tiempo para respuestas empáticas. Para algunos médicos, la empatía escasea”, dicen los investigadores.
Lo que es más interesante y más importante de este estudio es que la empatía, expresada a lo largo de un encuentro médico-paciente, puede en realidad ayudar a aliviar los problemas o al menos no exacerbarlos utilizando mejor el tiempo. Es un temor que muchos médicos experimentan cuando se enfrentan al limitado tiempo para tener empatía con su paciente. La Dra. Morse directora del estudio, y sus colegas, hallaron que, aunque los pacientes sacaron a relucir importantes problemas emocionales durante una consulta, sus médicos tendían a expresar la mayor parte de su empatía muy de prisa hacia el final de esa visita. Cuando los médicos no respondían a las oportunidades iniciales de ser empáticos, los pacientes trataban repetidamente, durante el resto de la visita, de obtener ese apoyo de alguna manera.
Es así como en la consulta médica poco a poco se ha establecido un modo de encuentro rápido, de contacto superficial, centrado en recabar los síntomas de la enfermedad o el malestar físico que aqueja al consultante, orientado a diagnosticar con la mayor aproximación posible el problema biológico, con preguntas cerradas, con escasa oportunidad de exposición por parte del paciente de su interioridad, además del tiempo utilizado en el computador.
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