PUBLICIDAD
Estuve pensando sobre qué escribir en esta columna, muchas ideas pasaron por mi mente, la mayoría sobre la economía de la región y claro sobre política. Siguiendo las noticias también se me ocurrieron otros temas, sin embargo, al final, decidí no escribir sobre esas cosas, al fin y al cabo, si Dios quiere, tendremos muchas columnas para opinar sobre la coyuntura.
Como esta es la primera columna del año, es muy apropiado escribir sobre nuestros deseos y anhelos. Obviamente, alguno puede decirme, pero eso es política, y tal vez tenga razón, sin embargo, voy a intentar plantear un par de líneas sin caer en los temas ideológicos o partidistas. Otra persona, con razón, podría decirme, pero eso de lo que está hablando tiene que ver con economía, el esfuerzo también está en no caer en las descripciones teóricas.
Mi primer deseo, que todos sean felices, si felices, al final ese debería ser nuestro mayor proposito, los economistas no entendemos esto facilmente. Para ser feliz hay que tener buena salud, y si alguiien se enferma, tener un sistema de salud que lo atienda y cure. También es importante poder vivir dignamente. Tener una vida digna requiere de oportunidades, en un país como el nuestro, muchas oportunidades. La gran mayoría de estas se dan gracias a la educación. Como prometí no hablar de política y economía lo único que diré es que el empleo dignifica la vida humana y superar la pobreza es un requisito fundamental.
Mi segundo deseo es que vivamos en prosperidad, es decir que cada uno de nosotros tenga éxito en cada una de las cosas que emprenda, estudios, negocios, eso que en ocasiones llamamos proyecto de vida. Prosperidad es bienestar, no sólo acumulando riqueza y propiedades, ojalá se alcancen mejores condiciones de vida. Prosperidad es alcanzar bienestar social, físico, mental, y emocional. Tal vez puedan compartir conmigo que en esta época necesitamos preocuparnos más por el bienestar mental y emocional de las personas.
Coletilla: Aprovecho esta columna para enviar mis más sinceras condolencias a la Iglesia Católica por el fallecimiento del Papa emérito Benedicto XVI. En la fé con Cristo oramos junto al Papá Francisco por su alma y sabemos como el propio Papa comentó en alguna ocasión, “No espero la muerte sino el encuentro con Dios”, que ahora goza de la compañía de nuestro señor.
¡Hagamos región y apoyemos lo nuestro!
Lo invitamos a seguir leyendo aquí
https://digital.elnuevodia.com.co/library
Comentarios