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Más allá del gel, el tapabocas, la virtualidad y el distanciamiento, era imperante recuperar el tiempo perdido y fue gracias a la resiliencia y los procesos de adaptación que se lucha por mantenernos en pie y por recuperar la normalidad.
Pero con la plena claridad que nada será como antes y con la nostalgia que todo tiempo pasado fue mejor, el 2021 es el año para Reaprender y como todo proceso cognitivo, este proceso debe incluir habilidades para la toma de decisiones, seguro que es cuando padres, líderes directivos, académicos y empresarios harán muestra del que hacer y servirán de ejemplo positivos o negativo del nuevo rumbo que tomara la sociedad, las personas y la economía, importante también para el re aprendizaje, también la memoria o la data, serán la base para identificar tendencias y marcaran la ruta hacia la recuperación en medio de una pandemia real y resistente.
Este reaprender también será un tiempo que nos permitirá soñar, construir los escenarios futuros, donde la edificación de prospectos sociales, laborales, económicos y políticos están marcadas por la salubridad y el riesgo; de hecho, los planes serán más a corto que a mediano y largo plazo como era costumbre. Y no menos importante será evaluar y medir, cualquier decisión que tomemos, sea de índole mayor o menor será susceptible de análisis, lo cual puede conllevar a cambios de forma o de fondo en la estrategia, esto también será parte del reaprender organizacional o personal.
Es por ello que, en tiempos de incertidumbre, más que pensar en adaptarnos o aceptar los cambios, es motivar a dejar de hacer lo mismo o de la misma manera, los convencionalismos han reinado durante años y algunos se resistirán, pero en la actualidad, para crear, avanzar, construir y prospectar, será indispensable aprender y reaprender hasta para cambiar o reformular lo que hasta hace poco se consideraba perenne o inamovible. Feliz 2021.
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