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Un ejemplo de ello, es el “Encanto de la calle navideña”, que aporta desde hace 25 años, identidad histórica, con su vivencia en la FE. Es la comunidad que evocó, recordó y actuó, con espíritu objetivo, la necesidad de integrar, la realidad material y la fidelidad espiritual, centrada en la fe, de la historia de la salvación.
“La historia como la santidad, solo puede residir en el corazón; basta con que halla algo allí”. Es una verdad expresada por el británico V.S. Naipaul, (Premio Novel de Literatura – 2001), sólo cuando el corazón es tocado, se actúa; como lo hizo la comunidad del barrio Palermo, con sus líderes la señora Teresa Ocampo Varón, y Fabián Patarroyo Ocampo, al lograr en un comienzo unir varias familias como los Cifuentes Ocampo, Moreno Gallego, y Guzmán Guayara; en la iniciativa del Pesebre Navideño, en el espacio público, como opción libre, de una fe creativa e incluyente, que se adelantó a la “Sinodalidad”, que hoy propone la iglesia “caminar juntos” en un clima de fraternidad, alegría que acoge a toda la comunidad; y hoy, se da en este especial encuentro navideño en el barrio Palermo, de gran identidad Cristiana, al que llegan más de 100 vecinos del barrio, entre niños, adultos y abuelos.
Esta importante respuesta de la comunidad, se atribuye a la labor evangelizadora de los Sacerdotes, en la “Parroquia de San Joaquín”, desde el misionero Jairo Maldonado, que estableció por primera vez la Homilía Sacramental, una vez al mes en espacio público, frente a la casa de la señora Teresa Ocampo Varón; flexibilizando así la liturgia, pero cuidando lo esencial. La comunidad manifiesta mucho agradecimiento, y se considera bendecida con la acción espiritual de sus párrocos, mencionando con gratitud a Manuel Alfonso Reina, Antonio María Cifuentes, Félix María García, Andrés Felipe Suárez, Ismael Cardona, a quienes deben mucho, por su entusiasmo y nuevas motivaciones; promoviendo el dialogo, discernimiento y acompañamiento, lo cual, impulsó el deseo de la comunidad a encontrar “El Ideal Cristiano” con obediencia, ejemplar de fe. En estos tiempos que vivimos se hace más significativo el acompañamiento de los sacerdotes en las parroquias, emulando sus antecesores, como ha sucedido en la Parroquia San Joaquín, responsabilidad que debe asumir su actual Párroco.
La misión sacerdotal es definitiva para la comunidad, como lo es, la del obrero en una mina de oro, que debe sacar a la superficie ese tesoro que reposa, en lo más profundo. Es el mayor desafío del momento para la iglesia; lo cual reafirma Monseñor Orlando Roa, en su segunda carta pastoral “que en todos, se de la conversión personal y pastoral, y así podamos tener una iglesia evangelizada y evangelizadora”.
“Un pueblo de Dios lleno de amor y pasión, comprometido y convertido, empeñado en los procesos de evangelización que viva sin miedo la ministerialidad, por tanto, renovado en sus estructuras, y que estas, estén acordes con la realidad” (Plan Arquidiocesano de Evangelización 2023-2033).
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