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No soy amigo de las amenazas o las imposiciones, pero tengo muy claro que como sociedad debemos llegar pronto a la inmunidad de rebaño y con ello asegurar una reactivación de la economía y retornar al crecimiento y estabilidad como Nación.
Nuestra prioridad es cumplir con el Plan Nacional de Vacunación y evitar que las Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, lleguen a su máxima capacidad en diciembre o enero, o, peor aún, que el Gobierno colombiano tenga que formular nuevos confinamientos, como sucede en algunos países europeos como Holanda y Austria.
De esta forma, el articulado expuesto en el Senado señala que quien tenga el esquema completo de vacunación se beneficiará, por una sola vez, de una rebaja del 10%, en la expedición del pasaporte. Este porcentaje se descontará del valor del pasaporte que se destina a la Nación. Igualmente, contempla un descuento del 10% del valor a cancelar por concepto de trámite inicial y expedición de duplicados de la libreta militar.
También un 10% a descontar en el valor a cancelar por duplicados de la cédula de ciudadanía y un 10% en el valor de la matrícula a que tienen derecho los estudiantes de las instituciones educativas oficiales, válido para el siguiente período académico.
Sin duda, nos debe preocupar y ocupar la antipatía que muchos colombianos muestran ante la vacunación. Más de 20 millones de personas no han recibido la segunda dosis para garantizar el esquema completo. Las EPS estiman de este global que 10 millones de colombianos, entre los 25 y 49 años, no han acudido a la segunda cita. Adicionalmente, más de cinco millones, en ese mismo rango, no se han aplicado la primera dosis.
En términos generales, un poco más de 15 millones de personas que hacen parte de la Población Económicamente Activa (PEA) siguen desprotegidas y poniendo en riesgo el sistema de salud y la recuperación económica del país, que con mucho esfuerzo recuperó 5,2 millones de empleos perdidos en 2020.
Lo que sucede en el contexto global igualmente nos lleva a prender las alarmas por lo que se ha denominado “ola de no vacunados”, que consiste en aquellos que tienen 11 veces más probabilidades de fallecer por esta enfermedad frente a los inmunizados.
Una cosa es clara en este punto y es que los vacunados también se infectan, pero las probabilidades de morir o terminar en una UCI son mucho menores. En la actualidad, solo el 46% de la población colombiana tiene el esquema completo frente a naciones que superan el 67%, como Alemania, España o Francia.
El cálculo del Ministerio de Salud es que una nueva ola alcanzaría más de 25.000 contagios semanales en Colombia. Por eso se hace necesario una mayor conciencia de este exponencial peligro que seguimos enfrentando en medio de la crisis sanitaria.
No obstante, con este proyecto de ley buscamos incentivar para que la población que aún no se ha vacunado acuda masivamente a hacerlo con el fin de evitar el colapso o saturación en el sistema de salud, Asimismo, que no aumente el número de fallecidos y que se consolide el buen ritmo y crecimiento de la economía este año y el próximo.
Por favor, si no lo ha hecho, ¡vacúnese ya!
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