Una región que consienta la permanencia de dirigentes gremiales y funcionarios públicos incompetentes es inoperante y está condenada a naufragar.

Una región fundamentada en componendas, favorecimientos y nombramientos por conveniencia no saldrá de su atraso. Una región que elimina valores y ostenta altos índices de corrupción (*) está destinada a fracasar. 

Sí. A fracasar. Porque todas las malas prácticas son obstáculo para el desarrollo, adicionando que la corrupción es la peor de todas. Y, si una región las ha dejado enquistar, es una región fracasada, porque no podrá sostener una economía vigorosa. Es decir, una economía que pueda soportar crecimiento, progreso y programas sociales concretos, que lleven a resolver sus marcadas desigualdades socioeconómicas. Pero, cosechar el atraso y el fracaso no depende del infortunio, sino de aquellas mentalidades con dificultad para captar qué es verdadero desarrollo. 

Se podría resolver si en los cargos de dirigencia se nombraran personas capaces y comprometidas. Pero, infortunadamente en lo gubernamental, el criterio de selección no se hace sobre perfil profesional, capacidad, experiencia, ni mucho menos meritocracia, sino por señalamiento a dedo de jefes políticos con quienes alcaldes y gobernadores tienen compromisos.

Y, para completar, los troncos que nombran, cuando saborean el mando, en vez de tratar medianamente de cumplir funciones, generalmente, ocupan la mitad de su tiempo en reforzar las correas que los mantendrán atados a la poltrona y en pingües luchas para aumentar su poder. 

Si se espera que los de siempre cambien, es imposible, su arcaica mentalidad lo impide. Entonces, es prioritario nombrar personas lúcidas, preparadas, reflexivas, con capacidad y experiencia para proponer tanto objetivos viables e incluyentes, como  metas claras para desarrollar y cumplir. Porque si la misma recua de ineptos continúa en la dirigencia y poder y, se sigue permitiendo el enquistamiento de malas y delictivas prácticas, la región no irá en vía desarrollo, sino en vía hacia el tercermundismo.  

Conclusión. Una región que no mira por su espejo retrovisor para entender las causas de sus problemas políticos, económicos y sociales, definitivamente, es una región sin futuro alguno, y estaría dando la razón a quien afirma que cada pueblo tiene los políticos y los dirigentes que se merece. 

Post Scriptum/ (*) Según Transparencia Internacional,  corrupción es “el abuso de posiciones, poder o confianza para beneficio particular en detrimento del interés colectivo, ejecutado a través de ofrecer o solicitar, entregar o recibir, bienes en dinero o especie, a cambio de acciones decisiones u omisiones”.