Procrastinación digital e infoxicación II

Nelson Germán Sánchez

Por solicitud de muchos amigos y quienes me escribieron al interno dada una columna anterior y  la conferencia que sobre esta temática tuve a bien realizar en la Primera Feria de Postgrados organizada por esta casa editorial en el salón de eventos del Centro Comercial Aqua Power Center de Ibagué, hoy me referiré de nuevo a Procrastinar digitalmente y la Infoxicación causada por las redes sociales.
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Precisamente este fenómeno es considerado una de las enfermedades del siglo XXI por sus implicaciones en la salud mental de las personas, los estados de ánimo, la memoria que se hace frágil, la falta de concentración que merma el rendimiento laboral mismo lo cual, a propósito, comienza a afectar a las organizaciones públicas y privadas por el consumo excesivo de redes sociales en simultáneo y sin ninguna razón que contribuya en algún aspecto a la condición del ser humano o su actividad laboral, si no simplemente por un dejarse llevar de las notificaciones que van apareciendo debido al algoritmo de perfilamiento con que funcionan estas plataformas. En palabras de Pardo y Cobo esta realidad actual debería llamarse “la explosión de la desinformación, indigerible y confundidora”, con lo que coincido totalmente.

Pues bien, como ya sabemos de la acepción de los términos, uno en cuanto a la sobrecarga informativa que generan las redes y la virtualidad y el otro en la pérdida de tiempo consumiendo las primeras sin sentido ni razón alguna, concentrémonos en algunas sugerencias para superarlas y dejar de procrastinar tanto digitalmente y de darnos un respiro en medio de la infoxicación diaria.  

Hay que preguntarnos por qué nos infoxicamos y procrastinamos digitalmente, es decir, primero buscar las causas o las razones. Entonces sí podemos indicar que según estudios, investigaciones y el análisis realizado a mediciones e informaciones especializadas que nos hemos acostumbrado al consumo por inmediatez. Estamos habituados al “ya” y al “ahora” y creamos necesidades que nos parecen importantísimas, pero 1 hora más tarde quedan relegadas por una nueva notificación en línea. 

Igualmente, el consumo de redes supera lo cotidiano como “Lo inmediato supera a lo importante”. Cuando esto sucede en el ámbito de la información, aparece la infoxicación digital. La superficialidad también es causa de este fenómeno, así como las llamadas actividades multitareas, que debemos ser claros, no para todas las personas funcionan y en ello están fallando las organizaciones al sobrecargar de actividades digitales a sus colaboradores. También es culpable la inseguridad que obliga a recurrir a muchas fuentes de información para tomar una decisión, pero resultamos agobiados por la misma y por ende paralizados y sin actuar. Lo mismo de dañino es  guardar información por si acaso y para después, porque impulsa inconscientemente a procrastinar e infoxicarse. Y lo peor es que saber que tenemos ahí –esa información- y el no leerla produce angustia. 

Así mismo, habituarse a no comprender los contenidos que recibimos por todos los canales digitales, tal cual como con el miedo a “perderte” de información supuestamente importante y por tanto bajo esa precisa querer leer o saber permanentemente sobre que está informando Internet, generando más infoxicación y procrastinación digital. 

El querer aparentar ser un experto en temas o un conocedor de muchos hace que se haga click aquí y allá perdiendo mucho tiempo; lo cual también lleva a la acumulación informativa igualmente nefasta, porque es un paso más allá de guardar para después.

Para contrarrestar todo lo anterior es bueno hacer uso de la desconexión, tan importante para la menta y para que la memoria puede agrupar información. También evitar el desperdicio de la energía física e intelectual que consumimos para obtener mucha información, cuando debería ser la correcta y no cualquiera. Así como habitarnos a utilizar lectores RSS, buscar fuentes de información de calidad, crear un criterio propio de temas, utilizar curadores de contenido, separar un horario por agenda para leer redes o buscar información; serviría mucho hacer uso de la regla de los dos minutos y del aquí y el ahora. 

Por ahora hasta ahí. Espero les sirva como a mí y para mayor información saben que pueden escribirme. 

 

Nelson Germán Sánchez

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