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Pero creo que es su antónimo u opuesto lo que nos está invadiendo en el mundo: la insensatez.
Pareciera que no somos conscientes de que de verdad estamos ad-portas de vivir una tercera guerra mundial, si la guerra en oriente medio se extiende y tanto Israel como Irán no se detienen un poco en su accionar y, por el contrario, arrecian sus intenciones bélicas el uno contra el otro.
Y está más cerca que nunca esa guerra total porque por fin Israel se enfrenta y reta, por las razones que sean, justas o injustas para ellos, a un adversario poderoso armamentísticamente hablando como lo es Irán. Uno que como Israel no tiene miedo de ir hasta las últimas consecuencias y que no se detendrá hasta doblegar al otro o llevarlo débil a una negociación.
Esta es una guerra que comenzó hace exactamente un año y no precisamente con ese país de oriente, si no contra el grupo extremista Hamás, que precisamente para estas fechas atacó territorio israelí dejando por lo menos mil 200 muertos y 250 secuestrados, a lo cual Israel respondió con una guerra contundente contra ese grupo primero en la Franja de Gaza que ha dejado por lo menos 41 mil personas muertas entre ellos niños y no combatientes, lo cual en sí mismo es una crueldad y barbaridad, sobre la cual la ONU ni ningún país ha querido tomar acciones contundentes y reales para detener, más allá de charlas, conversar y sacar comunicados simplones; luego Israel atacó más zonas de Palestina, luego en Líbano por ir tras las milicias de Hezbolá, invadiéndolo por tierra y ahora amenaza con llegar a territorio iraní, por ser colaboradores de Hamás y Hezbolá, según dicen.
Irán ha respondido a Israel con ataques aéreos de misiles de largo alcance, que han impactado fuertemente el suelo israelí y varias de sus estructuras, pero lo cual este ha tratado de minimizar. Sin embargo, este conflicto que aún no puede medirse en cómo terminará y ya amenaza la estabilidad política de toda esa región de oriente medio y próximo, pareciera estar tomando visos de conflicto internacional en la cara de todos, sin que nos demos por aludidos o enterados.
Irán es potencia nuclear, Israel también, los dos no han dicho ni si ni no respecto a si quieren dirigir contra el otro ese tipo de armas de destrucción masiva, por lo cual, el riesgo en que está el planeta entero es real. Porque una vez una de esas armas sea activada y disparada contra el otro, seguramente el agredido hará lo mismo; y las otras potencias nucleares tendrán que entrar en respaldo de uno u otro bando por los intereses históricamente creados y entonces la debacle estará asegurada.
Claro, algunos pueden decir que es exagerado, que mente tan imaginativa, eso jamás ocurrirá. O que ya aprendimos de las pasadas guerras mundiales. Pero la respuesta real y lógica parece ser que la lección no se aprendió, una institución como la ONU no sirvió para nada por su retórica burocrática, ineficiencia y la parsimonia procedimental, por servir al interés de su consejo de seguridad de 15 miembros, donde un puñado tiene poder de veto sobre cualquier decisión que no les parezca o les convenga.
Puede parecer lejano, demasiado especulativo el que estemos diciendo el estar ad-portas de una tercera guerra mundial; pero solo baste recordar que eso mismo pensábamos todos frente a la posibilidad de una pandemia mundial o que la vida nos fuera a cambiar y golpear con realidades externas de un mes para otro en el año 2020 y sin embargo nos pasó. Así que cada cual desde su esquinita y su creencia debería pedir que esos actos bélicos se extingan. Y que por fin alguien haga algo para desescalar este conflicto riesgoso y enormemente sangriento.
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