Esta antiquísima frase es atribuida al emperador romano Cayo Julio César (Siglo I antes de la era cristiana (E.C.) al dar por terminada su unión marital con Pompeya Sila tras un manto de duda surgido ante una presunta relación con un adinerado patricio romano. Así lo relata Plutarco (Historiador griego, años 45 al 120 después de la E.C.), en su libro Vidas Paralelas.
Desde entonces, ha sido acuñada en la vida política de los Estados del mundo para hacer referencia a la pulcritud, transparencia y honestidad que debe tener el servidor público, no solo en su actuar sino también en su imagen.
Nada más apropiado que este interesante relato histórico, para describir la situación que hoy vivimos los ibaguereños ante la elección de un nuevo alcalde municipal.
Los cuestionamientos hechos al señor Jhon Ésper Toledo, candidato de Cambio Radical (El partido del vicepresidente de la República), no solo cobijan su vida empresarial y familiar, sino que ya tocan a Luz Helena Callejas una de sus tres compañeras permanentes y con quien vive actualmente.
Si solo fueran chismes de salón, o rumores callejeros, no tendrían la importancia que hoy merecen. Pero, son pruebas obrantes en causas criminales, congruentes con documentos en poder de quienes hemos venido cuestionando su oscura vida personal, familiar y empresarial, por lo que exigen del candidato una seria y ponderada explicación y no un calificativo de persecución política o confabulación mediática para detener su pretendida aspiración electoral.
Frases como esas retumban aún en nuestros oídos, pronunciadas por el gobernador de Cundinamarca Álvaro Cruz, concejales de Bogotá como Hipólito Moreno, el alcalde de esa ciudad, Samuel Moreno, y el mismísimo Pablo Escobar en el recinto del Congreso de la República, quienes tuvieron que recular y aceptar los cargos formulados después de su obsesiva negación.
La vida familiar de Toledo tuvo en Ibagué, desde su llegada en 1998, una intensa confabulación empresarial con su madre Marina Castañeda de Toledo, sus hermanos Guillermo, Luz Marina, Argenis Toledo Castañeda y sus cuñados, nada exitosa económicamente, hasta que forma un nuevo grupo empresarial con su actual compañera Leonor Elena Callejas Cárdenas (“La Chola”) y el hijo de esa unión Jhon Ésper (Junior), quien ingresa como socio capitalista y gerente desde que era menor de edad.
La Fundación Danprosperar (Nit 900.453.850 – 2) en dos años, pasó de tener activos de 30 millones de pesos a mil 700 millones, siendo gerente Leonor Elena Callejas. Incremento de fácil justificación en una sociedad de capital, más no en una entidad sin ánimo de lucro.
Luego, esperábamos que “El Cholo” Toledo (En honor a su compañera a quien llaman cariñosamente “La Chola”), pusiera la cara, diera explicaciones y como hombre público afrontara la censura social, a la que está expuesto por esa misma condición que eligió.
Es lo mínimo que debía hacer quien pretende ser la máxima autoridad de nuestra ciudad.
¡A tocar madera!
Comentarios