Definitivamente si algo logró inquietarnos y afectar la ya golpeada capacidad de consumo fueron los 46 días de paro de transportadores de carga que, usando las vías de hecho reclamaban algunas condiciones dignas que garantizaran la sostenibilidad del sector y modos operativos en condiciones de sostenibilidad y sustentabilidad, de hecho este grupo de prestadores de servicios en condiciones de informalidad, tienen claro que agremiados y frente a una propuesta pueden poner en el ojo del huracán las condiciones de productividad económica y empresarial del país y por esta misma vía afectar la capacidad de consumo y contribuir más, con el ya elevado índice de inflación, lo que significó que nosotros los ciudadanos del común observábamos como los precios semana a semana se elevaban de forma exponencial.
Definitivamente pasaban los días y la situación se hacía insostenible, pero es válido rescatar que pese a toda la incertidumbre que rondó en el país, ante una amenaza inminente de desabastecimiento el paro dejó algunas reflexiones que son valiosas mencionar.
La primera y tal vez la que merece más atención por parte de autoridades gubernamentales y gremiales es que tras los largos días de paro los precios en la región del Tolima no sufrieron inflaciones a escalas como las de Bogotá, Medellín, Pasto y la Costa Caribe, que experimentaron inflaciones en alimentos de más del 68% y escasez de muchos productos; lo que indica que la región conserva un potencial agrícola, razón que indudablemente contribuyó a que los precios no se encarecieran a niveles de otras regiones.
La segunda reflexión sustentada en la anterior coyuntura, sirve para que los dirigentes gubernamentales y gremiales vuelvan a poner los ojos en las potencialidades del sector agrícola y productor menor, un sector fundamental para el desarrollo del país, sin dudas ellos jugaron un papel fundamental como estabilizadores de los precios y de la seguridad alimentaria de los tolimenses y las regiones cercanas.
Una tercera reflexión conlleva a instar a las mismas autoridades a seguir potenciando al departamento como corredor vial y de fácil acceso a las demás regiones de Colombia, sin duda, la posición geográfica del Tolima también permitió un rápido reabastecimiento, situación compleja en otros lugares del territorio nacional.
Finalmente sería bueno verificar las apuestas de los gobiernos locales; el departamento estuvo a prueba y creo que salió avante y bien librado, lo que en últimas indica, que tenemos fortalezas en medios de producción primarios asociados al agro y que hay capacidad de consumo dos condiciones mínimas para que la economía crezca desde adentro y se visibilice en el país.
Mi experiencia académica indica que las naciones o regiones que han logrado especializarse en medios de producción tienen mayores niveles de productividad, empleo y crecimiento un trinomio inflable frente al desarrollo y bienestar para cualquier territorio.
Definitivamente de las crisis se aprende y más que ver el paro camionero desde el abuso de poder de un sector gremial y/o desde Estado inflexible e indolente con unos y benévolo con otros, la reflexión para los que creemos en una región y país con oportunidades, es poder ver que hasta en las peores aprietos existirán las formas de salir adelante y continuar por la senda del crecimiento y el bienestar.
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