Competitividad regional

Robándonos un poco la teoría del famosísimo Michael E. Porter sobre competitividad, podríamos decir que el Departamento tiene aún muchísimo camino por recorrer en el camino de la competitividad, para llegar al de la prosperidad verdadera, como lo estipuló este hombre de ciencia y finanzas hace tantos años.

Sostiene él que la competitividad de un país se rige por la productividad o sea el valor creado día de trabajo, por dólar de capital invertido y por unidad de recursos físicos empleados por una nación.

Igualmente, que para lograr aumentar la productividad, es necesario, la estrategia empresarial y el clima de inversión y de negocios que haya logrado construir el país de manera intencionada por parte de los propios empresarios o del gobierno de turno.

Pero he aquí lo revelador de este autor sobre este tema. Con claridad expresa que la competitividad es un atributo de empresas, no de países o regiones. Claro que el término comenzó hacer tan referenciado y utilizado que se deslizó hacia el área estatal, lo mismo que para significar algunos rasgos importantes de países o regiones.

Es más, ahora existen factores o valores por los cuales se cree se puede hacer de un país o una región competitiva, por ejemplo, el maestro Leonel Guerra Casanova, docente del Tecnológico de Monterrey, explica que entre esos factores están: un sistema de derecho confiable y objetivo, manejo sustentable del medioambiente, macroeconomía estable, sistema político estable y funcional, gobierno eficiente y eficaz, telecomunicaciones, transporte y sector financiero uno A y sectores económicos con potencial.

Por eso dice que la competitividad regional es la capacidad que tiene la economía de una región para producir, posicionar y mantener bienes de consumo y servicios en mercados estratégicos conduciendo a un mejoramiento de la calidad de vida de muchos habitantes de ese territorio, según señala el profesor Leonel Guerra, sobre ese particular.

En esa misma línea se entiende la competitividad regional como el medio ambiente creado de una economía de mercado el cual es suficientemente atractivo para localizar y desarrollar actividades económicamente exitosas, define la estudiosa del tema Marcia Campos del mismo Tecnológico de Monterrey.

Luego de uno escuchar y compartir con los expertos son muchos los interrogantes que quedan frente a lo que estemos haciendo en la región, y lo que esté liderando en esta materia el sector privado.

Se llevan a feliz término proyectos y procesos en este sentido en nuestra tierra, coloca el sector privado de sus propios recursos para apostar a la competitividad propia de su actividad económica y de la región. No quiero herir susceptibilidades, pero no creo que ese sea el caso de la gran mayoría en el Tolima.

Las mismas inquietudes, por supuesto, hay que formularlas al sector oficial, llámese nación, departamento o municipio. Dónde están sus inversiones estratégicas para mejorar esa posición competitiva, porque el desempeño gubernamental es un índice importante para lograr ello, lo mismo que la infraestructura territorial, es decir, infraestructura vial, de servicios, tecnológica, en salud y educación.

No sé, me da pena ser atrevido, pero me parece que apenas comenzamos a transitar esa senda que ojalá se fortalezca y no se echen para atrás los esfuerzos realizados hasta hoy en inversiones concretas, y no se piense en competitividad regional en algo para echar carreta y para pagar un estudio o análisis más.

Eso de la competitividad hay que tomárselo en serio y más ahora que nos abrimos de pies y manos al comercio mundial a varios de los más encapotados, rudos y experimentados países del mundo en materia de comercio.


Credito
NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ – GERSAN

Comentarios