Por su puesto, los que hemos sido parte de la casa editorial no tenemos más que agradecer la oportunidad de haber estado allí vinculados y continuar contando con una ventanita para hablar de muchos temas de la región, el país y el mundo.
No pude por razones personales y de trabajo participar de los merecidos homenajes o ir a degustar el desayuno con tamal, tan tradicional, en la celebración de este año; ni del concierto homenaje y los reconocimientos que hicieran entes gubernamentales y privados. Pero sea la hora de desear lo mejor al doctor Antonio Melo, que como guía y faro ha mantenido abierto durante 19 años la casa editorial Aguas Claras y ha logrado convencer a muchos más de que apuesten por este tipo de industria en la región, logrando ahora tener un nuevo producto periodístico.
Y es precisamente esa parte la que pocas veces se mira, se hace evidente, se profundiza sobre EL NUEVO DíA, su ser como empresa. El aporte económico que ha hecho a la región en muchos sentidos. Me refiero al pago de impuestos al fisco municipal con los impuestos de rigor, a los servicios públicos, así como con su contribución a la economía de la ciudad como por ejemplo el consumo del combustible de los vehículos con los cuales se está en búsqueda de la noticia o en el lugar de los hechos. El rodamiento de estos automotores y las motocicletas a su servicio.
De la compra de sus suministros a las empresas locales en lo que se requiere para operar, desde resmas de papel, hasta esferos, pilas para grabadoras, memorias, materiales para los equipos digitales y computadores, todo aquello que se vende aquí y es una manera directa y real de aportar al movimiento económico local.
Por su puesto debe darse importancia mayor a los empleos que genera en sus departamentos de redacción, contabilidad, ventas, publicidad, suscripciones, especiales, eventos, el periódico digital, que tendrán ordenada y planificadamente su personal cumpliendo labores de especificidad. El pago de esos salarios contribuye al bienestar de esas personas, pero además de sus familias que compran y consumen en la ciudad y el Departamento. Eso en cuanto tiene relación con quienes podríamos decir están directamente bajo el ala laboral de la empresa.
Pero mención especial para aquellos que de forma indirecta o conexa –como dicen los elegantes gurús economistas- se mueven alrededor del periódico o tienen un lazo en su actividad que depende de él; Los llamados voceadores de prensa, los de puestos de revistas, las agencias de los municipios, los anunciantes que buscan una visibilización efectiva de su producto o servicio para crecer económicamente, etc.
Igualmente, la contribución pasa por el análisis estructural que se podría hacer frente a cómo hacer empresa y mantener una inversión en la provincia colombiana. Es decir, las decisiones estratégicas desde la gerencia, las cabezas de los equipos directivos de cada departamento, los socios y los empleados, se han tomado para que este barco siga su trasegar. De cómo se ha salido de las crisis, de cómo se buscan mercados, cómo se amplian fronteras comerciales, cómo construir alianzas, cómo resistir el embate digital, la pelea con los grandes pulpos informativos del país en su género. Eso es tan o más valioso que cualquier otro aporte que haya hecho EL NUEVO DÍA en 19 años de historia. Es su plus, su ventaja competitiva, su valor agregado –para seguir descrestando como hacen los economistas-.
Un saludo a todos, el doctor Melo, Martha, Edwin, Guillermo –que está a cargo de ese otro gran sueño llamado q´hubo-, Óscar, Helmer, Germán, Empera, Estella, Lupe, Cristina, Diana, Fernando, Orlandini y todos aquellos que mi memoria deja escapar; ah, pero también a esa inmensa muchachada y rostros nuevos que por doquier se ven allí, y comienzan hacer el mayor activo del periódico: Su gente. Hay que seguir haciendo empresa.
Como la mazamorra, tardecito pero llego. Todos los reconocimientos públicos y privados son merecidos para el diario de los tolimenses en estos 19 años de labor continua.
Credito
NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ - GERSAN-
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