Esta semana que inicia abrió el partidor político electoral en el país. Treinta y dos millones 491 mil 737 colombianos componen el censo electoral, según datos oficiales de la Registraduría Nacional del Estado Civil, con corte al 15 de octubre de 2013. De ellos 16 millones 878 mil 110 son mujeres y 15 millones 613 mil 627 son hombres. En el Tolima las personas que pueden votar en las elecciones de 2014 son 989 mil 87; es decir, casi un millón de votos. Mujeres, 503 mil 831, y hombres, 485 mil 256.

Por eso, la invitación es a que voten, hagan uso de ese poder que es el sufragio individual y que junto a otros pueden transformar el país. Hay un inmenso abanico de opciones entre partidos, movimientos y candidatos; también la posibilidad de votar en blanco si nadie lo convence. Pero vote -ojalá por los de aquí- y con eso se mantienen a raya todo tipo de intento de acabar con el sistema democrático, que aunque imperfecto y con mucho por mejorar, es lo que evita que la lucha por la conducción del país y el Estado, se torne más violenta e irracional.

Voy a repetir aquí un ejercicio que observé en medios de comunicación de Antioquia y del Caribe Colombiano, donde se invita a votar de manera abierta por los candidatos de su tierra, por los nacidos, criados, levantados, que viven o desarrollan mayoritariamente sus actividades allí. En el caso del Senado tolimense -el de la Cámara lo tocaré en una próxima columna- sí hay por quién votar y a continuación expongo las razones.

Si se quiere desarrollar un equipo tolimense que jalone más recursos de inversión nacional para nuestros 47 municipios, es necesario, apoyarlos con el voto. El senador Juan Mario Laserna ha formulado constantemente ese llamado a trabajar por proyectos específicos del departamento a todas las corrientes. Su condición de figura política nacional, que no traga entero, con amplia influencia en el poder central, le otorga credibilidad a dicho llamado.

A Juan Mario Laserna, del Partido Conservador, la revista Semana lo calificó como el insobornable por el gobierno Santos y uno de los mejores senadores del país; portales informativos nacionales en sus análisis y la votación de sus lectores lo calificaron como uno de los mejores senadores por su disciplina y conocimiento; lo mismo que periódicos y espacios especializados en opinión y temas de actualidad, adonde es invitado permanentemente, sobre todo en temas de economía, finanzas públicas e inversión social; EL NUEVO DÍA le dio la mejor calificación entre todos los congresistas por su gestión. Hizo una lucha frontal contra los abusos en la telefonía celular; puso el dedo en la llaga frente al mal chiste que representan las regalías por explotación de oro y minerales para las regiones donde quedan miseria y necesidades. No se ha visto envuelto en escándalos de corrupción o desafueros desde su posición. Sin duda es una excelente opción.

Otro tolimense que ha hecho su política en Caldas y Bogotá y que marca la agenda mediática por sus debates, denuncias y posturas críticas es Jorge Robledo, del Polo Democrático, quien ha denunciado las consecuencias de los TLC sobre el campo y la industria. Robledo es figura de la izquierda colombiana, no cabe duda.

Los liberales a Guillermo Santos, actual senador, le endilgan ser un hombre serio que no los ha hecho quedar mal y ser juicioso en sus tareas legislativas para la región. Desde La U, apuestan a un huilense con mucha sensibilidad en temas de paz, de vínculos con el departamento y que vive aquí: Jorge Eduardo Géchem, quien apuesta por buscar la reconciliación nacional -y sabe por qué lo dice- ya que la violencia mató a varios de sus familiares y él vivió el secuestro en carne propia.

Cambio Radical se la jugó con Rosmery Martínez, de quien por su paso por la Cámara se dice impulsó iniciativas de beneficio para las mujeres y de reconocimiento para nuestro departamento. Esta es parte del abanico de opciones para los más de 900 mil tolimenses que pueden votar.